¿Está preparado Brooks Koepka para ser todo un Número 1? Es la gran pregunta. El de Florida, a pesar de su lesión de muñeca y de su juventud (cumplió 28 en mayo), tendría que tener ‘por castigo’ varias victorias más de las cuatro que hoy adornan su palmarés: dos US Open (2017 y 2018), Phoenix (2015) y Turquía en el año 2014, el único en el que compaginó de verdad los dos grandes circuitos. Así lo piensan y lo sienten la mayoría de analistas y jugadores. No es poco lo que tiene, con dos Grandes ya en la mochila, pero da la clara sensación de que aún podría ser más si de verdad se pusiera a ello.
Crónica | Koepka, le echen lo que le echen
En las semanas de calendario regular le cuesta más permanecer centrado en la tarea durante los 72 hoyos, golpe a golpe, todo lo contrario de lo que le ocurre cuando llegan los ‘majors’, en los que se ha revelado como un auténtico ‘killer’. Se le da mejor que bien el golf, pero ni lo adora ni es un estudioso del juego, de su historia y leyendas, de estadísticas y récords…
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Puede que algo esté cambiando al respecto. Una vez más, como tantas veces ocurre en la vida, ha sido un suceso imprevisto y desagradable el que, quizá, haya transformado a la persona. Nos referimos a la lesión de muñeca que lo ha tenido casi cuatro meses parado (de principios de enero a finales de abril). Nada más humano que echar de menos lo que no se tiene y, contrariamente a lo que él creía, los días sin tener un palo en la mano, sin competir ni entrenar, se le hicieron muy largos.
Claude Harmon III: “Brooks nunca ha sido un empollón del golf, pero creo que se ha enamorado otra vez del juego”
La prueba del algodón de que algo está cambiando en su mentalidad la revelaba su entrenador de swing, Claude Harmon III, en Golfchannel.com: sencillamente, ha contado, estuvo a principios de abril delante de la televisión viendo el Masters de Augusta, lo que en su caso es todo un hito. “Él nunca ha sido un empollón del golf, pero creo que se ha enamorado otra vez del juego”, remata Harmon.
Tras el éxito en Shinnecock Hills ha entrado por primera vez en su carrera en el top-5 del mundo y cabe preguntarse si el número 1 es un objetivo apetecido por él. Y en este punto quizá venga bien una historieta que va más allá del juego del golf: Dustin Johnson, compañero de partido de Koepka en la jornada dominical de este US Open, es probablemente su mejor amigo en el circuito fuera de las cuerdas, y ambos se vacilan mutuamente acerca del trono mundial, del número 1, además de andar siempre picándose y retándose, incluso mientras se ejercitan en el gimnasio, tal y como revela en la misma publicación Joey Diovisalvi, preparador físico del PGA Tour. En una de esas sesiones en el gimnasio, hablando sobre la cuestión, entre bromas y veras, Koepka llegó a preguntar a Johnson si le gustaría ir a su fiesta, cuando alcanzara el número 1 del mundo, a lo que D. J. respondió: “eso no ocurrirá mientras yo esté vivo”.
Seguramente, hoy más que nunca hay que dar crédito al ‘vacile’ de Brooks y su fiesta. Y permanecer muy atentos a ver cómo anda el renovado y apasionado idilio entre el estadounidense y el deporte de los catorce palos y de si, por tanto, es capaz de ganar dos torneos en una misma temporada por primera vez en su carrera. Hoy, visto lo visto, no queda más remedio que apostar a favor de que así será.
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