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“Hace 13 años jugaba Pebble Beach en el Tiger 2006 de la ‘play’”

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Adri Arnaus, junto a Job Sugranyes y Nacho Garrido.
Adri Arnaus, junto a Job Sugranyes y Nacho Garrido.

“No he estado nunca en Pebble Beach, pero tengo claro que es uno de mis campos favoritos, por la historia, por lo que he visto por la tele y hasta por lo que he jugado en la ‘play’. Lo de ayer en la previa de Walton Heath ha sido un subidón espectacular, no sólo por la clasificación, sino también por la manera de conseguirlo”. Al otro lado del teléfono está un emocionado Adri Arnaus. Está sentado a unos metros de su puerta de embarque, en la terminal 3 de Heathrow y atiende la llamada de Ten Golf con su habitual amabilidad. Es el número 65 del golf español. El último debutante en un Grande.

Adri Arnaus será el jugador español número 65 que disputa un Grande

“Hacía varios meses que no tenía la sensación de ayer en un campo de golf. En los últimos hoyos pasó todo rapidísimo, iba metidísimo, disfrutando y con una confianza con el putt que no recordaba hace tiempo”, asegura Adri a modo de resumen rápido. Ahora, nos metemos en harina y analizamos de una manera más profunda la intensa jornada en Walton Heath.

“Hacía varios meses que no tenía la sensación de ayer en un campo de golf. En los últimos hoyos pasó todo rapidísimo, iba metidísimo, disfrutando y con una confianza con el putt que no recordaba hace tiempo”

Una de las palabras clave del día fue la agresividad. Adri, junto a Job Sugranyes (caddie) y Nacho Garrido (entrenador), decidieron que había que ir a por todas, sin guardarse mucho. Atacar. “Fue un día interesante que me va a servir para el futuro. Una de las cosas que más me gustó es que incluso en los momentos de más tensión, y hubo unos cuantos al final, tomé la decisión de atacar y opté por la estrategia más agresiva, más arriesgada, y me sentí cómodo. De hecho, es como más cómodo me siento en el campo. En el hoyo 18 del Old Course, por ejemplo (el último del día), valoramos entre pegar hierro 5 desde el tee y hierro 9 a green o ir con el driver a por todas y dejarla muy cerca. Con esa opción entraba un búnker en juego, pero es lo que decidimos y salió un golpe perfecto, librando en búnker y en calle. La dejé a 20 metros de green. Sabía que era la mejor manera de hacer par o birdie. Saliendo del tee pregunté a Nacho por los resultados, para saber si nos hacía falta el par o el birdie. Me dijo que con par teníamos muchas opciones de entrar, aunque seguramente sería un desempate entre muchos jugadores por varias plazas. Entonces, le pregunté qué pasaba con birdie y me dijo que con birdie era seguro. Pues, nada, vamos a darnos una oportunidad… Y metí un muy buen putt de birdie de seis metros. Al final hablamos y hemos sacado esa lectura para el futuro. Si nos ha servido la agresividad para una clasificación por qué no seguir en esta línea, jugando lo más agresivos posible y buscando restar lo máximo. No hay razones para no seguir en esta línea”, señala.

Adri se abraza con Garrido tras conseguir la clasificación para el US Open.
Adri se abraza con Garrido tras conseguir la clasificación para el US Open.

«Si nos ha servido la agresividad para una clasificación por qué no seguir en esta línea, jugando lo más agresivos posible y buscando restar lo máximo. No hay razones para no seguir en esta línea”

Precisamente, el putt fue otra de las claves de la previa. Siempre ha sido uno de los mejores palos de su bolsa y ayer volvió a disfrutar en los greenes como hacía tiempo. “Cuando juegas 36 hoyos da para mucho, hay momentos en que pateas mejor y otros en los que parece que has perdido la inspiración, pero la verdad es que me sentí muy a gusto, especialmente a partir del hoyo 10 de la segunda ronda. Ahí encontré algo y justo después metí uno de birdie muy bueno en el 11. La sensación que encontré fue muy sencilla: para mí es muy importante que haya conexión con los sobacos, como yo los llamo, durante el movimiento y para ello me coloqué con un ‘stance’ más atlético, más erguido y no tan agachado. Además, recuperé el tempo con el putter, que para mí es crucial. Me centré de nuevo en sentir más el putter y así conseguí que fluyera más y mejor. Después de eso metí un putt en el 14 de unos cuatro metros, dos putts muy buenos para par en el 15 desde casi 20 metros, otro de eagle en el 16 de cerca de 20 metros y el del 18… Sí, definitivamentem fue un subidón”, explica Arnaus.

“Con Job siempre me he sentido muy cómodo y a gusto, vamos al campo a disfrutar y responde a todas las cualidades que pedimos a un caddie. En un tiempo atrás no me lo estaba pasando tan bien en el campo y ahora tener a Job es bueno, ya que tenemos un humor parecido y una complicidad”

Las primeras impresiones del trabajo con Job están siendo muy positivas. Ya trabajaron juntos en la Escuela del European Tour de hace dos años, donde Adri sacó la tarjeta del Challenge. Aquello fue puntual y ahora han empezado una relación sin fecha de caducidad. “Con Job siempre me he sentido muy cómodo y a gusto, vamos al campo a disfrutar y responde a todas las cualidades que pedimos a un caddie. En un tiempo atrás no me lo estaba pasando tan bien en el campo y ahora tener a Job es bueno, ya que tenemos un humor parecido y una complicidad”.

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Arnaus hará su debut en un Grande en Pebble Beach. No se puede pedir mucho más. Ayer recordaba con un amigo cómo puede cambiar la película. “Hace trece años jugaba en Pebble Beach en el Tiger Woods 2006 de la ‘play’ y ahora tengo la oportunidad de jugar el campo de verdad y con Tiger Woods de verdad… Es increíble. Un subidón. Una alegría muy grande. No recuerdo cuál fue mi mejor resultado allí en la ‘play’ porque han pasado muchos años, pero solía hacer muy pocas…”, dice entre risas mientras desde los altavoces lo llaman para embarcar. Próxima parada, Barcelona. Siguiente, Pebble Beach.

Una estrategia rompedora y un abrazo de lo más significativo