La rueda de prensa de Gary Woodland en Pebble Beach, nada más proclamarse ganador de la 119ª edición del US Open Championship, permitió conocer una sorprendente historia sobre sus comienzos en el mundo del golf y la influencia que tuvo en su carrera un exjugador de la NBA.
Woodland, gran apasionado de los deportes, jugaba al golf desde muy pequeño, pero curiosamente asistió a la Universidad de Washburn con una beca de baloncesto. Allí, en su primer partido de baloncesto universitario, fue cuando se di cuenta de que si quería progresar, debía tomar otro camino…
Le tocó enfrentarse a Kirk Hinrich, que defendía los colores de la Universidad de Kansas, y como él mismo recuerda, aquel duelo le marcó: «Ese momento me marcó realmente. Fui a Washburn para jugar al baloncesto, creyendo siempre que si el basket no funcionaba, siempre podría volver al golf. Y en nuestro primer partido nos tocó vernos las caras con el equipo de la Universidad de Kansas, en su cancha».
Subidón para Woodland, que se acerca a Rahm en el ranking mundial
«Ellos estaban en el primer puesto de la División I y nosotros en el segundo de la División II. Así que no tardé mucho en darme cuenta de la situación. Estaba marcando a Kirk Hinrich y, bueno… vi que tendría que buscar otro camino porque ese no iba a funcionar. Aquel fue mi primer partido universitario. Fuimos dos veces campeones estatales y tal, pero era otro nivel», desveló Woodland.
Al año siguiente, Gary hizo las maletas y se fue precisamente a la Universidad de Kansas, la misma de Hinrich, pero con una beca de golf. Mientras tanto, Hinrich, quien de manera involuntaria puso fin a la carrera como jugador de baloncesto de Woodland, fue elegido dos veces en el quinteto All-American durante sus cuatro años de carrera y la universidad retiró el dorsal 10 en su honor. Fue, sin duda, uno de los mejores jugadores de la historia de Kansas.
Hinrich fue seleccionado en el puesto número 7 de la primera ronda del draft y protagonizó una larga carrera profesional en la NBA de 13 temporadas en las que pasó por los Chicago Bulls, los Washington Wizards y los Atlanta Hawks. Fue elegido como integrante del mejor quinteto de rookies de la NBA y del segundo mejor equipo defensivo de la competición durante su etapa en los Bulls.
Y de paso, sin querer, envió a Woodland al equipo de golf de Kansas, donde fue progresando hasta convertirse en profesional. Ahora, después de 245 torneos disputados y tres victorias en eventos regulares del PGA Tour, Gary ha podido conquistar el primer major de su carrera, el US Open. Buen momento para recordar a su ‘amigo’ Hinrich…
