Adri Arnaus ha jugado hoy los segundos nueve hoyos de Pebble Beach junto a Francesco Molinari, Tommy Fleetwood y la incorporación en el 17 de Matt Wallace. Así, a bote pronto, no suena mal pasar las últimas horas de preparación de tu primer Major junto a estos muchachos.
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Arnaus tiene una mezcla de sensaciones. Por un lado, se encuentra como un niño con zapatos nuevos, con los ojos bien abiertos a todo lo que ocurre a su alrededor, emocionado, motivado y con una ilusión para aburrir. Por el otro, está serio, concentrado, preparando el US Open de manera minuciosa bajo la mirada atenta y entusiasta de Nacho Garrido.
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En cualquier caso, a Arnaus se le ve preparado para el reto. No crean que le supera el escenario, más bien al contrario, lo mira y disfruta con la tranquilidad del que está convencido de que pronto esto será lo habitual, no la excepción. El golfista de Barcelona está llamado a jugar muchos US Open y no por el hecho de ser el primero lo va a afrontar de una manera distinta.
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Lo que para muchos sería un sueño, para él no es más que un objetivo realista. «Yo vengo aquí a luchar por el torneo, ese es el objetivo realista, lo mismo que haría si fuera una semana en el Challenge Tour. No veo por qué debe cambiar mi manera de afrontarlo», comenta con una seguridad y un aplomo que lo convierten en un jugador diferente.
