La joven golfista filipina Yuka Saso, ganadora de la última edición del US Women’s Open Championship, vivió ayer un día repleto de emociones en el Campo Sur del Torrey Pines Golf Course, donde tuvo la oportunidad de conocer en persona a su ídolo, Rory McIlroy, y disfrutar de las rondas de prácticas del US Open que arranca mañana.
«Muchas gracias por invitarme. Llegamos sobre las 10 de la mañana, fui al campo de prácticas para encontrarme con Rory, pero cuando llegué él ya estaba en el campo, así que fui a verle y le acompañamos durante tres hoyos. Me dejó entrar dentro de las cuerdas, así que fue genial, le pude hablar de algunas cosas», confesó la jugadora, de 19 años de edad, cuya forma de ejecutar el swing se compara con la del golfista norirlandés.
Yuka Saso se pone vídeos de McIlroy antes de irse a dormir
«He podido ver a Phil calentando, a Jordan Spieth, a otros grandes jugadores… Sin duda ha sido un gran día y tengo idea de volver mañana antes de volar de regreso a Atlanta«, confesó Yuka, que está «disfrutando» estos últimos días, después de su gran triunfo en el Lake Course del Olympic Club de San Francisco.
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— U.S. Open (USGA) (@usopengolf) June 15, 2021
La filipina no dudó en confesar que se había puesto más nerviosa cuando vio a McIlroy que cuando se estaba jugando el título en el US Women’s Open: «Conociendo a Rory, sin duda, estaba mucho más nerviosa. No sabía ni cómo decirle hola. Pero fue muy agradable, muy amable y muy abierto. Y cuando le hice alguna pregunta, respondió con honestidad. Espero poder pedirle más consejos en el futuro».
La emoción del momento hizo que Yuka se olvidara de todas las cosas que tenía previsto preguntarle a McIlroy: «Me olvidé de todo. Me dijo que hago bien el swing, pero tal vez pueda pedirle consejo algún día. Sólo le seguí durante tres hoyos y no quería molestar. Está preparándose para un torneo muy importante. Tal vez más adelante, si tiene tiempo, podamos hablar más. Y entonces aprovecharé para preguntarle».
Pero además de disfrutar del swing de su ídolo Rory, Yuka Saso ‘alucinó’ con Mickelson: «En el golf femenino la velocidad de la bola es otra, aquí sale tan rápido que cuando la veo está ya a mitad de camino. Vi a Phil en el tee del 1. Hay un búnker a la izquierda y otro a la derecha y le escuché decir que estaban a unas 260 yardas. Para nosotras es impensable alcanzarlos, pero él le pegó a la bola como si tal cosa. Lo que para ellos es un tiro corto, para nosotros es un tiro demasiado largo. Es extraño».
