Inicio Grandes Circuitos Wiregrass y pineweed, unos invitados de lujo que darán mucho que hablar
Os contamos desde Pinehurst los significativos cambios del campo respecto al US Open 2014

Wiregrass y pineweed, unos invitados de lujo que darán mucho que hablar

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Pisamos el verde del recorrido Número 2 de Pinehurst, Carolina del Norte. Sede esta semana del US Open. Ten Golf ya está aquí. El verde y lo que no es el verde. El campo se presenta de una manera similar a 2014, la última vez que se jugó aquí el US Open con victoria de Martin Kaymer, pero con unos pequeños cambios que en absoluto son tan pequeños y que pueden acabar siendo muy relevantes el próximo domingo en el momento de conocer el nuevo campeón.

El diseño del campo no ha cambiado. Los tees son los mismos, los búnkers no se han tocado y los greenes están exactamente igual que hace diez años. Sin embargo, sí se han introducido nuevos elementos que, en teoría, van a poner aún más difícil el desafío. En 2014 sólo tres jugadores acabaron bajo par. Uno fue el citado Kaymer que se volvió completamente loco esa semana y terminó -9, los otros dos hicieron -1. ¿Más difícil, entonces? Agárrense, que vienen curvas.

Pinehurst Nº2 no tiene rough. Nada. Cero. Ni a los lados de la calle, ni alrededor de green. Visualmente es una gozada. Como lo quería Donald Ross, su diseñador original allá por 1907. Diferente. Espectacular. Las calles se protegen de una manera que podríamos calificar con la palabra nativa. Son extensiones de arena cuajadas de pequeñas matas, moñas o matojos. Unas plantitas autóctonas, bajas, recoletas, pero bien puñeteras.

Una de ellas se llama wiregrass. Ya estaba en 2014, pero lo que se ha hecho es plantar muchas más en el último año. Es decir, cubrir una buena parte de la extensión de arena que se encuentra a derecha e izquierda del fairway. Están a pie de calle, de manera que entran completamente en juego. Hay muchas más que en 2014, por lo que es mucho más probable encontrarte con ellas durante la competición. En una apuesta absoluta por la sostenibilidad, estas wiregrass que se han añadido para este US Open se quitarán cuando acabe el torneo y se replantarán en otras zonas del campo donde no entren en juego. Al fin y al cabo, Pinehurst es un resort público y tiene que seguir funcionando y dando servicio al jugador amateur cuando pase el US Open sin que las vueltas se eternicen y sean un infierno para el jugador medio.

La otra planta local se llama pineweed. Lo mismo: mata, moña o matojo. Algo así como el pelo del actor secundario Bob de los Simpson. Hierba dura, larga y retorcida que sale del suelo. Ya estaban en 2014, pero diez años después están más altas y más extendidas. Un desafío de tomo y lomo.

Un componente clave esta semana, como ya habrán adivinado, será el azar. Se puede fallar la calle por medio metro y acabar la bola injugable en una moña o se puede fallar por quince y estar perfectamente situada en la pinaza. El factor suerte entra en juego y lo hace aún más espectacular. Además, con las condiciones meteorológicas que se esperan esta semana, humedad, sí, pero mucho calor, las calles podrán estar duras y aún entrarán más en juego estas zonas de arena y moña.

Otro detalle de la preparación del campo tiene que ver con los greenes. Como decimos, aquí no hay rough. Fundamentalmente, se protegen porque están construidos en alto, en forma de flan y con unas magníficas zonas de escape a su alrededor. Además, muy importante, han cambiado la hierba de los greenes desde 2014. Se ha pasado de la bermuda tradicional a la bermuda ultraenana. Es una brizna mucho más dura y resistente, de manera que la USGA va a poder poner los greenes prácticamente como desee. Con la bermuda tradicional se trabajaba más sobre el alambre, insistimos que esto es un resort y la semana que viene se tiene que seguir jugando al golf, por lo que no podían llevar esa hierba al límite. Ahora, con estos nuevos individuos verdes, el margen de maniobra es mayor. Greenes más firmes, más rapidos y aguantando mejor.

La pregunta del millón: ¿es posible que veamos un US Open sin ningún jugador bajo par? Sólo la USGA lo sabe. Sí parece que todos los pasos que han dado se dirigen en este sentido. Digamos que tienen todas las herramientas para hacerlo, ahora depende de ellos hasta dónde van a apretar la tuerca.