Adri Arnaus ha hecho el trabajo. Su preparación para el US Open ha sido exhaustiva. Aterrizó en Boston hace una semana y desde el jueves ha estado jugando el campo. Nueve hoyos cada día y 18 el domingo. Conoce todos los ángulos. No hay secretos y el plan está claro. Pocos jugadores conocerán más briznas de hierba del The Country Club que Arnaus. Esto no es garantía absoluta de éxito, ya lo saben, pero desde luego ayuda a ir más pertrechado a la batalla.
Arnaus ha tenido la fortuna de jugar The Country Club con todos los vientos, lo que le ha permitido establecer varios niveles de estrategia. No es poca cosa cuando uno mira el parte meteorológico y descubre que se esperan tres vientos diferentes esta semana: suroeste, norte y noroeste. No es nada nuevo en Adri. Es un jugador perfeccionista e incansable. Quiere tener amarrados todos los detalles, aunque incluso él mismo sabe que en un torneo de golf es imposible.
La graciosa coincidencia de la semana es que la preparación de este US Open tiene bastantes semejanzas a lo que ocurrió en el PGA Catalunya cuando ganó el Catalunya Championship, su primera victoria en el DP World Tour hace unas semanas. También lo preparó con antelación, lo hizo con mimo, planteando una estrategia flexible en función del viento y con las ideas claras. Sería ridículo pensar que estamos dejando caer que va a ganar el US Open sólo por esto, pero la coincidencia está ahí y tiene su puntito.
De hecho, Arnaus jugó el PGA Catalunya con una estrategia en la que pegaba sólo cuatro o cinco drives desde el tee, siempre en función del viento, claro. Esta semana, según contaba a Ten Golf, también va a pegar sólo cuatro o cinco drives, también en función del viento. Es la graciosa coincidencia. No es un campo largo y tiene claro el de Moià que la clave será estar siempre en juego. The Country Club y el PGA Catalunya no son campos iguales, ni mucho menos, pero sí se parecen en que hay que colocar bien la bola en el sitio.
Será el cuarto Grande de Arnaus, el segundo US Open. Llega al The Country Club con el mejor resultado de su carrera en un ‘major’ bajo el brazo, la trigésima posición que cosechó en el PGA Championship de Southern Hills. Quizá el campo de Oklahoma le gustaba más, le entraba mejor por el ojo, pero The Country Club también tiene algo especial.
Partido de los Celtics con la mediación de Pau Gasol
A la preparación no le ha faltado un solo detalle. Incluso, ha conseguido impregnarse del ambiente deportivo más exaltado de la ciudad al acudir a uno de los partidos de la final de la NBA entre los Celtics de Boston y los Warriors de Oakland. Logró una entrada con la mediación de su amigo Pau Gasol. «Aquello es un show, casi lo de menos es el partido con lo que forman», explicaba a Ten Golf. Ahora el show tratará de ponerlo él en el campo de golf.
