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Tras 40 años de carrera, Billy Foster llega a la cima de la mano de Fitzpatrick

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Matt Fitzpatrick y Billy Foster, en el US Open © USGA
Matt Fitzpatrick y Billy Foster, en el US Open © USGA

El pasado mes de marzo, en el Valspar Championship, Billy Foster presumió de haber sido caddie de 45 ganadores durante 40 años llevando la bolsa en torneos de todo el mundo. Se trata, sin duda, de un número de triunfos espectacular. Sin embargo, entre todos ellos, no aparecía ningún major. Y cuando la prensa le preguntó sobre las banderas de los triunfos, el trofeo no oficial para el caddie ganador, Foster, viniéndose arriba, dijo: «Yo no las coleccionó. No guardé ni una, nunca. No me interesan lo más mínimo».

Pero claro, eso fue antes de llevar la bolsa a todo un ganador de un Grande… Porque este pasado domingo, el histórico caddie fue el encargado de llevar la bolsa de Matthew Fitzpatrick en la edición número 122 del US Open disputada en el The Country Club de Brookline, en Massachussets. Y cuando Will Zalatoris falló el putt que podía forzar el desempate y el inglés se convirtió en nuevo campeón, Foster se acercó a la bandera y, esta vez sí, la besó… No era para menos.

«Me quité un paso de encima, como si saltara un gorila de mi espalda, no un mono sino un gorila», dijo en Golf Channel. Así que ahora sí había motivos para guardar una bandera que, a buen seguro, conservará para siempre.

«Significa todo para Billy«, comentó Fitzpatrick. «Sé que es algo con lo que ha soñado durante mucho, mucho, mucho tiempo. Y poder conseguirlo aquí ha sido increíble», añadió. La recompensa a 40 años de trabajo y 160 majors trabajando para auténticos mitos de este deporte como Seve Ballesteros, Thomas Bjorn, Darren Clarke y Lee Westwood antes de unirse a Fitzpatrick.

Foster había estado cerca muchas veces. Como en el Open británico de 2003, junto a Bjorn, cuando un doble bogey en el 16 después de necesitar tres golpes para sacar una bola de un bunker le entregó en bandeja la Jarra de Clarete a Ben Curtis. «Pensé en ese momento durante seis meses», reconoció Billy recientemente en una entrevista en Caddy Network.

Con Foster en la bolsa, Westwood se convirtió en Número 1 del mundo, pero juntos desperdiciaron al menos tres o cuatro buenas oportunidades de ganar majors, como el British de 2009 en Turnberry o los Masters de 2010 y 2016. También el US Open de 2016 en Oakmont, en el que afrontaron la última ronda como cuartos empatados para entregar una tarjeta de 80 golpes, con Westwood completamente negado en los greenes.

Ambos separaron sus caminos en 2018 antes de que Foster se uniera a Fitzpatrick. Y aunque su intención inicial era hacer de caddie para más jugadores, las cosas cambiaron rápidamente… «Fue muy divertido. Al principio me dijo que estaba muy ocupado, que sólo me acompañaría unas 25 semanas y buscaría un sustituto para el resto. Pero creo que en cuatro años ha debido tener un par de semanas libres nada más», dijo Fitzpatrick.

Billy Foster es una leyenda entre los caddies y todo un maestro contando historias capaz de imitar a Seve Ballesteros a la perfección. Ha sido caddie en 14 Ryder Cups, todo un récord (se perdió la 2012 por lesión). Una historia con el evento más famoso del mundo del golf que arrancó en 1987, en Muirfield Village con Europa ganando por primera vez en terreno estadounidense cuando le llevó la bolsa a Gordon Brand Jr.

Incluso fue caddie en una Presidents Cup para Tiger Woods, sustituyendo a Steve Williams. Así que sin temor a equivocarse se podría decir que Foster es el caddie más respetado de Europa y lo único que faltaba en su palmarés es llevarle la bolsa a todo un ganador de majors.

«El caddie es como el jockey, de vez en cuando necesita tirar de las riendas y usar el látigo», dijo a Todays Golfer en 2021. «Hay momentos en que necesitas entender a un jugador, momentos en los que necesitas saber qué hacer, qué decir, y también cuándo tienes que callarte», añadió.

En Fitzpatrick estaba convencido de que tenía a un jugador con todo el potencial para convertirse en un gran campeón. A pesar de estar de nuevo cerca de un Grande en el PGA Championship del mes pasado, en el que el inglés finalizó en el tercer puesto empatado, su determinación por ganar no se debilitó y terminó cumpliendo su sueño de conquistar uno de los títulos más importantes del mundo del golf.

«Sabía que era lo suficientemente bueno para ganar un major y esta semana ha jugado increíble. Esto ha enterrado muchos malos recuerdos, significa todo para mí», reconoció Foster.

«Es una autoridad entre los caddies, la voz de la razón y la experiencia», comentó Paul McGinley de Golf Channel. «Me alegro mucho por él porque ha tenido una carrera increíble… pero nunca había llevado a bolsa a un ganador de major. Eso ya lo ha logrado, así que estamos todos contentos», finalizó.

Y Foster, genio y figura, dejó claro cuál era su plan para celebrar la victoria en el US Open: «Esta noche y la próxima semana posiblemente tenga el hígado como un balón de fútbol». Después de quitarse un ‘gorila’ de la espalda, tal vez ha llegado el momento de empezar a ganar Grandes junto a Fitzpatrick, el golfista que terminó cambiando la vida de toda una leyenda como él…