Adri Arnaus (+7) ha salido a jugar la segunda ronda del US Open con unas molestias extrañas y muy incómodas. Por algún motivo que aún desconoce, su cara está ligeramente hinchada. Se le nota especialmente en los pómulos y en el labio superior, es decir, todo lo que rodea a la nariz.
Se encuentra mal desde que llegó a Boston el miércoles pasado. Ha sido una especie de resfriado que ha derivado en la hinchazón de las últimas horas. No que incapacite, ni mucho menos, pero sí muy molesto. De hecho, en el hoyo 2 se vio obligado a tomarse un ibuprofeno. En ese momento, ni siquiera estaba seguro de que iba a completar la vuelta.
Finalmente, la ha terminado, ha hecho 71 golpes para un total de +7 y ha fallado el corte. Ese ibuprofeno en el hoyo 2 es el mejor reflejo de cómo ha sido este US Open para Arnaus. Todo le ha salido al revés. Dentro y fuera del campo. Llegó con tiempo para preparar el torneo a conciencia, aunque desde el primer día ha estado limitado por esta pequeña enfermedad.
En el campo no han ido mucho mejor las cosas. Arnaus ha jugado a un nivel más alto de lo que dice su resultado. Ha pegado buenos golpes y ha peleado por el corte hasta el hoyo 16. Le ha echado mucha raza el golfista de Moià. De hecho, en un momento del día llegó a colocarse con tres bajo par, incluyendo en su despliegue dos birdies y un sensacional eagle en el hoyo 8. En ese instante estaba dentro del corte, pero dos bogeys en el 10 y en el 13 lo volvían a poner contra las cuerdas.
Adri lo ha seguido luchando, pero en el hoyo 16 ha caído en combate. Su tiro desde el tee salió más por la izquierda de lo que buscaba y acabó en el búnker. Estaba +5, le quedan tres hoyos y necesitaba un birdie. El golfista español lo sabía. No le valía un bogey. Intentó un golpe heorico a la desesperada, trató de hacer más de lo que podía para salvar el par y se acabó complicando el hoyo. Su segundo golpe se volvió a quedar en el búnker, el tercero se metió en las barbas y después firmó un gran chip y putt para doble bogey. El US Open había terminado. Aún así, pegó un tirazo en el 17 para hacer un nuevo birdie.
Arnaus se va del US Open antes de tiempo, pero como dijo en su día Felipe II, no mandó sus barcos para luchar contra los elementos. Se le ha vuelto todo en contra, pero al menos se puede marchar con la cabeza bien alta. No estuvo tan lejos. Adri lo encaja ya como una experiencia más.
