Quedémonos de entrada con este dato: el US Open se disputa a cuatro rondas, una por día, desde la edición de 1965. Las tres primeras ediciones (1895, 95 y 97) se despacharon en un solo día y a 36 hoyos; en 1898 ya se jugó por primera vez a 72 hoyos, pero sólo en dos días, a dos rondas por jornada; más adelante pasó a disputarse a 72 hoyos, pero en tres días, hasta la citada edición de 1965, que es cuando se tomó el actual formato de cuatro rondas en cuatro días.
Desde entonces, por tanto, se han disputado 57 ediciones con el mismo formato que hoy se desarrolla y, por aquello de dar malas noticias (o buenas, vaya usted a saber), nos ha dado por consultar con exactitud y rigor dónde se encontraba el ganador final de cada una de esas 57 ediciones justo después de la segunda ronda. ¿Es tan importante comenzar bien situado el US Open? No sabe usted cuánto…
– En estas 57 ediciones el ganador final era también el líder o colíder después de la segunda jornada en 24 ocasiones (42 por ciento), un dato que asombra por si solo.
– Mucha atención: en estas 57 ediciones el ganador final era primero o segundo después de la segunda jornada en 33 ocasiones (57,89 por ciento) y estuvo en el top 3 de la tabla en 39 ocasiones (68,42 por ciento) tras los primeros 36 hoyos.
– El asunto aún se puede poner más serio y exigente, pensando en la necesidad de comenzar fuerte: en 46 de las 57 ediciones el ganador final terminaba la segunda jornada dentro del top 5 de la clasificación (80,7 por ciento). Y en 51 de las 57 ediciones lo hizo en el top ten (89,47 por ciento). Dicho de otro modo: el viernes, una vez finalizada la segunda jornada y establecido el corte, la victoria se dilucida entre aquellos que están en el top ten en un noventa por ciento de los casos.
– Podemos ir un poco más lejos, visto desde otro punto de vista. En estas 57 ediciones NUNCA ganó el US Open un jugador que viniera desde más allá del puesto 29º después de la segunda jornada. Ese ha sido el tope. Ocurrió hace justo diez años, cuando Webb Simspon marchaba en esa posición, 29º, después de las dos primeras rondas, a seis golpes del liderato, y terminaba imponiéndose después de un fin de semana magnífico. Lou Graham, eso sí, en su victoria de 1975, terminaba la segunda ronda en el puesto 26º, pero a once golpes de la cabeza, desventaja que enjugaba en las dos últimas jornadas.
– Un último dato. El ganador final ha salido en 36 de las 57 ediciones del top ten de la primera jornada. Vamos, que tampoco puede uno dormirse demasiado el primer día si de verdad aspira a tener opciones serias de triunfo.
– Jon Rahm, por cierto, marchaba en quinta posición el año pasado después de la primera jornada y también era quinto, a dos golpes de la cabeza, después de la segunda. Pues eso, cumpliendo con los porcentajes que la historia demanda.
Buena estadística, y contundente.
¿Tenéis algo parecido pero con golpes de diferencia con el líder?
Saludos.