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US Open Championship | 23 años después

Una bonita venganza de la que Jon Rahm no tenía ni pajolera idea

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Jon Rahm
Jon Rahm prepara su putt en el hoyo 12 del The Country Club en la tercera jornada del US Open. © Pedro Salado | Golffile

La USGA ha querido rendir tributo en la tercera jornada del US Open a uno de los momentos más icónicos de la Ryder Cup y de la historia del golf, especialmente para el bando de Estados Unidos. Nos referimos al mítico putt que embocó Justin Leonard en 1999 y que sirvió para que las Barras y Estrellas certificaran la victoria tras una remontada memorable en los individuales.

Aquel putt de hace 23 años tuvo lugar en el green del hoyo 17 del The Country Club, aquí mismo, donde esta semana se está disputando el US Open. El homenaje de la USGA ha sido poner la bandera este sábado en esa misma posición en ese hoyo 17. 

Recordamos lo que ocurrió. Justin Leonard metió un putt de trece metros y medio para birdie y aquello desembocó en una locura que también ha quedado en la memoria como uno de los momentos más bochornosos de la historia del golf.

Un arrebatado Leonard comenzó a correr en círculos por el green, al tiempo que muchos miembros del equipos corrían también y se abrazaban en ese mismo green. La alegría era lógica, el problema era que José María Olazábal, rival de Leonard en ese partido individual, aún tenía por delante un putt de seis metros y medio para empatar el hoyo y salir igualados al 18. El partido no había acabado, aunque el equipo norteamericano pareció haberlo finiquitado antes de tiempo.

Aquello se clavó como un puñal en el corazón de Europa, no sólo por la falta de respeto mostrada con la invasión del green, sino porque en los individuales habían dejado escapar una ventaja de cuatro puntos (10-6) y habían perdido la Ryder Cup. Fue una gran afrenta.

Pues bien, 23 años después, Jon Rahm se ha tomado su particular revancha de lo que allí ocurrió. A esa misma bandera del hoyo 17, el golfista de Barrika le ha hecho un birdie espectacular. Ha pegado una madera 3 antológica, con viento a favor, que ha hecho nada menos que 327 yardas. Repetimos, madera 3. Sí, había viento a favor y el último tramo de la calle es cuesta abajo, pero el golpe es sobrenatural. Se ha dejado un approach de 30 metros que ha resuelto de manera maravillosa. Ha llevado su bola a metro y medio de la bandera y con el putt cuesta arriba. Ha hecho el birdie y, además, en ese instante se colocaba como líder en solitario del US Open Championship. Era su revancha.

Lo más curioso de esta historia es que Jon no tenía ni idea de que esa era la misma bandera que provocó uno de los días más trágicos de Europa en la Ryder Cup. Ha sido una revancha a ciegas, pero sabe también muy bien. «No tenía ni idea de que era la misma posición de bandera, pero ni idea. Seguro que a Chema le habría encantado poner la madera 3 aquel día donde la he puesto yo hoy», comentaba sonriente el de Barrika a Ten Golf después de acabar su ronda.

Seguro que hoy Olazábal ha esbozado al menos una media sonrisa cuando ha visto el birdie de Jon. No descartamos, incluso, que haya sacado un puñito delante de la tele.