Inicio US Open US Open 2023 SOS: necesito urgentemente 250.000 dólares
Contracrónica de la tercera jornada del US Open 2023

SOS: necesito urgentemente 250.000 dólares

Compartir
Los Angeles Country Club
Imagen de Los Angeles Country Club. (USGA/James Gilbert)

Ya va siendo hora de hacerme socio de un club. En Sevilla hay donde elegir. El Real me pilla muy a mano; de hecho, veo la entrada desde la terraza de casa. Pineda tampoco está lejos. Podría decantarme por el Zaudín, aunque el Aljarafe es un mundo ignoto para un nazareno como yo. Y para desplazarme a Hato Verde o a Las Minas tendría que tomarme una biodramina porque hay un paseo. Tras leer una información en Twitter de Joe Pompiano, he decidido que alguien con mi clase merece ser miembro de Los Angeles Country Club. Así soy yo. Sólo hay un pequeño contratiempo: necesito 250.000 dólares para la inscripción. Tengo dos opciones: la primera, llamar a Yasir Al-Rumayyan para que suelte la tela; la segunda, lanzarme al crowdfunding (cuestación o vaquita por estos lares) y que la comunidad golfística me ayude a alcanzar este sueño que tengo desde hace… una hora. Al menos cumplo dos requisitos: no admite el exclusivo club a celebridades y a don nadie no me gana nadie; está prohibido hacer fotos o vídeos del club y publicarlos en las redes sociales, así que mi Nokia es un aval de que no divulgaré nada. Rory McIlroy, cuenta Pompiano, no había jugado una ronda en 20 años en este selecto campo de Beverly Hills y preparó este US Open a través de Youtube. Igual puedo invitarlo cuando me haga socio. Total, 250.000 dólares es bastante menos que las 800.000 libras que debe Lee Westwood al DP World Tour por jugar en LIV.

Mezclemos la Ryder Cup y la Presidents Cup. Han superado el corte 28 golfistas internacionales de un total de 65. Casi la mitad y mejorando la cifra del año pasado en The Country Club en Brookline: 25 de 64. Lo malo es que 21 de los 28 están en el puesto trigésimo o peor tras las dos primeras vueltas. Sólo Rory McIlroy, Min Woo Lee, Cameron Smith, Ryutaro Nagano (ha habido pleno nipón: cuatro de cuatro), Romain Langasque, Si Woo Kim y Viktor Hovland acabaron bajo par y el dominio yanqui es evidente en los puestos cabeceros. Jorge Campillo se ha mojado y apuesta por Xander Schauffele como ganador. Yo me inclino por Dustin Johnson, aunque ya quisiera que se llevara el gato al agua McIlroy y borrara la cara de mustio que arrastra desde que LIV apareció en nuestras vidas. Bueno, y que el buen hombre no besa el trofeo de un Major desde el PGA Championship de 2014.

Los últimos serán los primeros en el Reino de los Cielos. Y en el golf. No hay mal que por bien no venga y el mal viernes de Jon Rahm propicia que no tengamos que trasnochar de sábado a domingo (el torneo es en Los Ángeles, sí, pero vaya horitas…). Podremos seguir sin que se nos cierren los ojos a David Puig, brindo por él, y a Sergio García, que ahí sigue dando guerra. Pero lo mejor es que Jon (va al par tras nueve hoyos y en breve empieza la cobertura televisiva) juega con Adam. No Hayes, con quien lleva un porrón de años, sino Hadwin, mi nuevo ídolo. Ojalá Jessica, su mujer, fuera con ellos los 18 hoyos soltando chistes y cachondeándose (preciosa palabra que procede del río Cachón, que desemboca en Zahara de los Atunes) de su marido. Lo mismo le pide a Rahm que plaque al canadiense, aunque da miedo imaginar a una locomotora como el vasco tumbando a quien sea. A 10.000 kilómetros de las colinas hollywoodienses, en Brno, está compitiendo Eduard Rousaud, aquel chaval que siendo amateur se estrenó en su primer hoyo en el US Open de Winged Foot con un eagle. Puede que hoy les hablara en la tercera ronda del Kaskáda Golf Challenge de aquel certero hierro a Robin Petersson y Mikael Lundberg, sus compañeros de contienda. Son historias que nunca se olvidan.

Resultados en directo del US Open 2023