Inicio Women's British Open Women's British Open 2014 Tras las huellas de Marta en Royal Birkdale

Tras las huellas de Marta en Royal Birkdale

Compartir

Marta Figueras Dotti no recuerda muchos golpes de aquel British Open que ganó en 1982. Sin embargo, hay tres cosas que nunca olvidará: «el driver de madera de persimón, el putter finísimo de McGregor y la noche antes al último día. Estaba a dos golpes, dormí fatal y creo que jugué el campo dos o tres veces. Estaba muy nerviosa», afirma.

Aquella fue la primera vez que el British femenino aterrizaba en Royal Birkdale y resulta que una espñaolita amateur de 24 años, que ya dio un buen susto el año anterior acabando segunda en Wentworth, se imponía en el torneo más importante que se jugaba en Europa. “A mí me da igual la etiqueta que cada uno le ponga, para mí aquello fue un major y así lo pensaré siempre diga lo que diga la oficialidad. Estaban las mejores del mundo, venían todas las americanas, no faltaba nadie… Major, major”, reivindica con justicia. (El circuito americano no considera major al British Open hasta el año 2001).

En pleno éxtasis golfístico nacional por Severiano Ballesteros, aparecía otra pionera. Hasta Olga Viza le dedicó un programa deportivo especial en Televisión Española tras su victoria. “Recuerdo que para el tiempo que era y pese a que se trataba de golf, tuvo bastante repercusión”, señala. Y lo merecía. Lo que hizo Marta fue una machada en toda regla. No en vano, treinta y dos años después sigue siendo la mayor victoria en la historia de nuestro golf femenino.

Las imágenes están algo difusas en la memoria de Marta, pero hay huellas imborrables. “Fui al British con mi entrenador, el gran Pepito Gallardo. No te pudo decir que pensaba en ganar porque mentiría, pero tampoco lo descartaba. Había estado muy cerca el año anterior y por qué no soñar. No hay muchos golpes que me vengan ahora a la cabeza, pero no olvidaré el birdie del hoyo 17. Metí un putt larguísimo, no sé, tendría unos doce metros, y me puse con dos golpes de ventaja. Fue clave para salir con más calma al 18, aunque fallé la salida y creo que acabé con bogey. También me acuerdo perfectamente de Bobby, mi caddie, un chico joven del club que me acompañó todo el año siguiente en Estados Unidos”, afirma.

Aquella victoria le cambió la vida, aunque Marta se lo tomó con calma y siguió los pasos como los tenía previstos. “Nada más ganar me ofrecieron pasarme a profesional y cobrar el premio, pero decidí no hacerlo porque me había comprometido a jugar con España en octubre el Mundial en Suiza. Mi padre era entonces el presidente de la Real Federación Española y tuvo su peso en la decisión, pero realmente lo hice porque yo quise, me comprometí, quería jugar ese Mundial y no me arrepiento de nada. De hecho, se me abrieron muchas puertas aunque no me pasé a profesional. Me invitaron a grandes torneos en Estados Unidos, como el Nabisco o el World Ladies LPGA que sólo jugaban doce golfistas”, asegura.

Marta adora Royal Birkdale, un campo del que desde este año es socia de honor. “Me da mucha pena no poder estar, pero coincide con los Europeos y estoy en Eslovenia con las chicas. No obstante, que sepan todos que iré a jugar, y mucho más ahora que soy miembro. Es un campazo. No se parece ya mucho al que yo jugué, pero es muy justo, de los links más justos que ahí. La clave es jugarlo con inteligencia”.

Figueras Dotti no descarta que este mismo año otra española la suceda en el palmarés. “Puede ser, por supuesto. Azahara está jugando muy bien este año, Belén Mozo va a más, con Carlota hay que contar siempre y Beatriz no está teniendo un buen año, pero tiene experiencia. Son muy buenas y han ganado muchas el British Amateur, así que, aunque es muy difícil, como es lógico, claro que pueden hacerlo”, asegura.

Son las huellas de Marta, huellas que se pueden seguir en la casa club de Royal Birkdale donde a día de hoy están expuestas aquel driver de madera de persimón y el putter McGregor.