La ganadora del British Open del pasado año, Georgia Hall, compareció esta semana en la sala de prensa de Woburn Golf Club junto al trofeo del torneo. Una aparición con un significado especial cuando, minutos después, desveló que ese trofeo que presidía la conferencia no era el que ella misma conquistó el Royal Lytham & St Annes en 2018, sino el original… porque el suyo se lo habían robado.
Hall recibió una réplica del trofeo de plata, pero hace un par de meses alguien se lo robó del maletero de su coche, en Londres. «Rompieron el cristal trasero del coche en pleno mediodía. No sé si sabían que era yo o no, porque estaba metido en su caja y todo. Y tenía también palos de golf, pero no se los llevaron. Sólo me robaron el trofeo, un poco extraño», desveló Georgia
Hall lamentó llevarlo en el coche, pero dijo que su «maletero contaba con vidrios polarizados», por lo que era muy complicado poder ver qué había en el interior. «Obviamente, me siento un poco tonta por llevarlo en el coche. Tal vez debí sacarlo. Pero bueno, a veces pasan cosas en la vida y no puedes… en fin, hay que seguir adelante, supongo», dijo.
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La golfista inglesa está llevado a cabo gestiones con la organización para intentar tener otra réplica del trofeo que le han robado. Mientras tanto, intentará volver a ganarlo esta semana, en el Woburn Golf Club, a unas tres horas al sur del campo en el que ganó hace un año, y a unas tres horas al norte de Bournemouth, donde se crió.
Georgia llevará esta semana de nuevo como caddie a su padre Wayne, que sólo la acompaña en ocasiones puntuales. Lo hizo por ejemplo hace un año, cuando ganó el British, con una curiosa historia ya que usó el mismo par de calcetines sin lavar durante los cuatro días del torneo. Su hija, entre risas, dudó de que aún los conserve y los traiga esta semana: «Probablemente terminaran en la basura».
