Ashleigh Buhai ha ganado el AIG Women’s Open tras derrotar en el cuarto hoyo de desempate a In Gee Chun. La veterana golfista sudafricana de 33 años estrena así a lo grande su palmarés en el LPGA Tour y abre su cuenta en los ‘Majors’. Le costó, eso sí, sangre, sudor y lágrimas.
Lo tenía en el bolsillo justo antes de pegar el golpe de salida en el 15 y después tuvo putt para ganar en el hoyo 72 y en el primer y tercer hoyo del playoff. No fue hasta el quinto intento, en el cuarto hoyo desempate cuando por fin pudo llorar de alegría. Se tapó el rostro con la gorra y dejó que fluyeran todas las emociones.
Su victoria podría quedar recogida en un libro bajo el título de Tragicomedia de Ashleigh Buhai en Muirfield. Lo ha pasado fatal. Ha estado a punto de colar su historia en la galería de los horrores del golf, pero se ha rehecho y ha conquistado el título con todo merecimiento.
El hoyo 15 fue especialmente cruel. En ese punto, Buhai tenía tres golpes de ventaja y el British estaba bajo control. Es cierto que ella no hacía gran cosa, más allá de sumar pares, pero ni Hinako Shibuno, su compañera de partido, le terminaba de apretar, ni In Gee Chun conseguía dar continuidad a su gran arranque con tres birdies en seis hoyos. Todo estaba en manos de Buhai y la sudafricana decidió darle emoción…
The sand save that made Ashleigh Buhai a major champion 🏆
In her 221 career Tour start, @ash_simon makes her first win a major championship at Muirfield 🏆#AIGWO pic.twitter.com/AmWba0HBsu
— LPGA (@LPGA) August 7, 2022
Falló la salida al búnker en el 15. No podía sacar la bola a calle por culpa de estas traicioneras trampas de links. La pelota estaba de tal manera que sólo la podía sacar hacia la izquierda, hacia el rough. Ni siquiera tenía la opción de sacarla hacia atrás. La tiró al rough y se metió en el trigo más alto. Desde ahí apenas la movió 20 metros, aún en el rough. Pegó el cuarto golpe desde más lejos de lo que Shibuno estaba para dar su segundo. Desde ahí, se quedó corta de green, chip y dos putts. Terrorífico.
De pronto, en veinte minutos pasó de tener el British Open ganado a verlo casi perdido. Empataba en el liderato con In Gee Chun, las dos con -10. Cierto es que la coreana tuvo varios putts que pudieron entrar, excepcionalmente bien tirados, y que no cayeron. De lo contrario, Buhai habría tenido que claudicar. Pero el golf es así. No sólo hay que tirar bien los putts, sino que hay que meterlos.
Buhai se rehizo del gravísimo tropiezo. Sacó un par sencillo en el 16 y se fabricó una excelente oportunidad de birdie en el hoyo 17. Tenía un putt de metro y medio y lo falló. Parecía que todo iba encaminado a ser el British del drama de Buhai. Después, tendría putt de birdie para ganar en el 18, otro en el primer hoyo de desempate y uno más en el tercer hoyo. Los dos últimos los tiró de maravilla y no los metió por el canto de un duro.
Curiosamente, ganó en el cuarto hoyo de desempate, siempre en el 18, después de pegar el peor golpe del día después del accidente del 15. Desde el centro de la calle y con Chun en problemas porque mandó su salida al búnker y se dejó un putt de par de unos seis metros, falló su segundo golpe y acabó en el búnker. Ahí salió la proverbial habilidad de los sudafricanos desde la arena. Buhai, de hecho, es la mejor en este apartado en el LPGA Tour. No decepcionó. Fue una sacada sublime y la dejó a menos de medio metro. Chun falló su putt de par, se quedó corto, y Buhai ganó el British.
Buhai hace historia al convertirse en la primera mujer que gana un torneo de profesionales en Muirfield. El guiño del golf es bonito. Lo consigue en el mismo escenario donde antes ganaron Gary Player y Ernie Els, sin duda las dos leyendas más importantes del golf sudafricano.
El triunfo de Buhai tiene también su particular moraleja. El deporte muchas veces concede segundas, terceras, cuartas y hasta quintas oportunidades, pero hay que estar ahí para aprovecharlas. Como hizo Buhai.
Gran crónica 🔝