María Hernández: «hace unos años nadie se lo habría creido»
Dentro del gigantesco US Open hay una aldea que aún resiste con tres irreductibles navarras.
Son Beatriz Recari, Carlota Ciganda y María Hernández. Participan 156 jugadoras de todo el mundo y tres nacieron en una tierra norteña de 10.391 metros cuadrados, bastante menos de la décima parte del tamaño del estado de Carolina del Norte.
Tiene mucho mérito lo que están haciendo estas tres jugadoras, reflejo del buen trabajo que se hace por aquellos lares. Son un caso único en el US Open. María Hernández tira de orgullo. No es para menos. “Hace unos años nadie se lo habría creido, pero ahora es un hecho y es fruto del trabajo y de todas las personas que han estado detrás nuestra”, explica.
María Hernández ya sabe lo que significa conquistar Estados Unidos viniendo de una ciudad como Pamplona. La española se impuso en la gran final universitaria, donde se dan cita las mejores jugadoras jóvenes que estudian a este lado del Atlántico. Últimamente no atraviesa por su mejor momento, aunque no tira la toalla y mantiene la confianza. “Son cosas que pasan. Hay que ser paciente y los resultados llegarán. Cada semana me encuentro mejor y todo llegará. No sé si será esta semana o dentro de un año, pero no tengo ninguna prisa. Estoy trabajando muy bien últimamente con mi entrenador y sé que voy por el buen camino, así que lo único que queda es seguir trabajando”, señala.
Pinehurst se lo tiene más que conocido. Ha pasado mucho tiempo en el recorrido Nº2 esta semana y tiene claro cómo hay que atacarlo. “El campo es magnífico, los tiros a green y donde se coloque la bola serán la clave, y para ello habrá que coger calles”, afirma.
