La sorprendente victoria de A Lim Kim (-3) en el US Women’s Open tiene algo de poético. La coreana, una perfecta desconocida hasta esta semana, es la única participante, de las que se han podido ver por televisión o en la imágenes que han llegado del torneo, que ha jugado del primer al último hoyo con la mascarilla puesta. Así ha ganado el Grande más americano que existe, en el país donde con seguridad más han proliferado los negacionistas y en el estado, Texas, donde más se han hecho notar. Se trata, sin duda, de un triunfo con mensaje, aunque Kim, obviamente, no lo pretendiera. Por eso tiene más fuerza, porque llega sin pretenderlo.
La lectura más prosaica de su triunfo es la sorpresa, una más, en el golf femenino. No era candidata a la victoria. No entraba en ninguna quiniela. Ni siquiera cotizaba en esta última ronda, pese a que siempre estuvo bien colocada en la clasificación. No aparecía en ningún radar, pero se ha terminado colando por la puerta de atrás para ganar el US Open en su primer intento. Debutaba en los Grandes y debutaba en un torneo fuera de Asia… Parece la segunda parte de la historia de Hinako Shibuno cuando ganó el British Open el año pasado. Su nombre no salía en ninguna predicción porque se trata de la Número 94 del mundo. Sólo en Corea del Sur hay 32 jugadoras mejor clasificadas que ella en el ranking.
El triunfo de A Lim Kim es la confirmación de una extraña corriente que impera en el golf femenino en los últimos tiempos. No hay golfistas dominadoras y, literalmente, los Grandes los puede ganar prácticamente cualquiera que haya entrado en el torneo. Es cierto que las sorpresas están a la orden del día en el mundo del golf, pero en los Majors no se da tanto y lo del golf femenino es especialmente llamativo. Es la quinta ganadora consecutiva primeriza y de todas ellas, Shibuno (British Open 2019), Mirim Lee (ANA Inspiration 2020), Sophia Popov (British Open 2020) y Sei Young Kim (KPMG 2020), sólo ésta última era claramente candidata antes de empezar el torneo.
El triunfo de Kim, de 25 años y con dos victorias en Corea, se fraguó en los tres últimos hoyos. Es una gran pegadora, la más larga en el circuito coreano en 2018, y ha sabido aprovecharlo hoy en un campo que han jugado considerablemente más corto que en días anteriores. Se ha dejado palos más cortos y eso le ha permitido ser muy agresiva en los tres últimos hoyos, con tres golpes de fábula en los hoyos 16, 17 y 18 que han terminado con birdie. Una secuencia mortal de necesidad para sus rivales.
Ninguna de las que venían por detrás fue capaz de llegar a ese exigente resultado. Jin Young Ko (-2), Número Uno del mundo, pero pagó caró su inicio el jueves con 73 golpes. Amy Olson (-2) fue quien más tiempo estuvo en el liderato este lunes extraño de US Open, pero un bogey en el hoyo 16 la dejó sin opciones. Y Shibuno (-1), la líder antes de empezar, se ha dejado la victoria en el fin de semana con dos vueltas de 74 golpes. No hay un pero que se pueda poner a A Lim Kim, autora de la mejor vuelta del día en el Cypress Creek de Houston (67 golpes). Sólo cuatro jugadoras terminaron bajo par en una jornada muy fría, con temperaturas al inicio del día que apenas llegaban a los cuatro y cinco grados.
Azahara Muñoz (+13) se despidió con una tarjeta de 78 golpes, puesto 54º. Mal fin de semana para la golfista malagueña, que salió el viernes metida de lleno en la pelea por el triunfo.
Por cierto, A Lim Kim sólo se quitó la mascarilla para recibir el trofeo de campeona del Us Open.