Adam Scott ha convencido a Steve Williams para que aparque su año sabático al menos durante dos meses y medio y lo acompañe en los tres grandes que restan y el WGC Bridgestone Invitational. Es la maniobra del australiano para intentar recuperar su mejor nivel. Scott está convencido de que a la vera del neocelandés reeditará los éxitos pasados y que se coronaron con el Masters de Augusta de 2013.
«Tenía decidido no trabajar como caddie en 2015 y no ha sido fácil hacerle cambiar de opinión. Me alegro de que haya decidido ayudarme. Hemos tenido mucho éxito juntos y espero que volvamos a tenerlo», señaló Scott en un comunicado.
Adam Scott ha trabajado en estos meses con Mike Kerr. Ha obtenido buenos resultados, pero sin el brillo de tiempo atrás. De hecho, en los últimos meses ha caído de la segunda posición del ranking mundial al puesto duodécimo. Seguramente el caddie no tiene culpa de nada, pero en el golf, con los caddies, sucede como con el fútbol, es la parte más frágil de la cuerda.
Hay que recordar que Scott ha experimentado muchos problemas este año con el putter. Decidió cambiar al putt corto, al tradicional, y dejar el escoba, pero no le fue bien y acabó volviendo al escoba.
Williams trabajará con Scott a partir del US Open y después lo acompañará en el British, el Bridgestone y el PGA Championship.
