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Alejandro Cañizares: «Mi sueño más grande es jugar la Ryder Cup»

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A Alejandro Cañizares se le acaban las balas. Después de conseguir la tarjeta del circuito americano de forma agónica el año pasado, la temporada no le ha ido todo lo bien que él quisiera…

Sólo le quedan cuatro torneos de las Series de Otoño para hacerse con una victoria que le permita mantener su puesto en el PGA Tour, y el Justin Timberlake Shriners Hospitals for Children Open que se disputa esta semana en Las Vegas es una de esas balas.

En esta entrevista para pgatour.com, Cañizares nos cuenta sus objetivos (y sus sueños), su estado de forma y algún que otro recuerdo de su padre, el legendario José María Cañizares.

¿Ya has visto a Justin Timberlake?

No, todavía no le he visto. Pero le saludaré de tu parte cuando le vea.

Estupendo. Pídele un autógrafo para mí si tienes oportunidad.

No sé … no creo que llegue a tanto.

No hay problema. Comprendo que no quieras demostrar tu entusiasmo por conocer a esta leyenda del pop.

Yo soy más de rock clásico. Pink Floyd. The Doors. Esos son mis grupos favoritos.

Tienes 25 años. ¿Cómo conoces a Pink Floyd y The Doors?

Mi hermano me dio a conocer mucho del rock clásico. Me gusta mucho ese tipo de música. Mi hermano es mayor que yo y a mi me gustan muchas de las cosas que le gustan a él.

Ciertamente tu familia es una familia de golf, y tu padre (José María Cañizares) fue un gran jugador en su era.

De verdad creo que no podría ganarle ahora mismo tal y como estoy jugando. Mi padre fue una leyenda en todo el mundo. Fue un gran jugador, un campeón de la Ryder Cup y una persona perfecta de la que aprender.

Con una herencia tan rica, ¿sientes presión por seguir sus huellas al más alto nivel? … 

Realmente no. Mi padre me dijo lo difícil que sería esta profesión, y estaba en lo cierto. Realmente he luchado mucho este año. Fui el último clasificado de la Q-School y me pasé los tres primeros meses aquí tratando de jugar algún torneo. Sólo participé en tres.

 

¿Por qué ha sido tan difícil poder participar?

Al principio de la temporada el número de participantes es menor porque hay menos horas de luz solar. No tuve suerte y no entré en muchos torneos. Eso perjudicaba mi juego porque no competía regularmente de semana a semana.

 

Cuando empezaste a jugar torneos, pasaste varios cortes, pero no ganaste mucho dinero. ¿Cuál ha sido el mayor obstáculo?

Han sido varias cosas, pero en general, no he podido encajarlo todo a la vez en su sitio. Llego al fin de semana, pero no juego suficientemente bien como para ganar dinero de verdad. Eso tiene que cambiar en los cuatro torneos finales o me voy a quedar fuera del PGA Tour.

 

Sin una victoria, eso es lo que puede pasar ¿no?

Exacto. Necesito ganar y ese es mi objetivo: ser ganador de uno de los cuatro finales. Realmente no tengo nada que perder en este último tramo. Ya estoy preparado para jugar el circuito europeo el año que viene; o sea, que tengo un plan alternativo. Yo no vivo aquí. Cuando juego en Estados Unidos, estoy en hoteles. Si tengo que jugar en Europa toda la temporada el año que viene, está bien.

 

Seguro que es agradable volver a casa, especialmente por la comida …

Eso es lo que más echo de menos cuando estoy en Estados Unidos. La cocina de mi madre es la mejor. Vivo a dos millas del océano y puedo ver el agua desde mi casa; o sea, que estaría bien.

 

Parece que la vida te va bien, pero ¿qué te mueve en el campo de golf?

Jugar en la Ryder Cup para Europa es todo para mí. Esa es mi prioridad, mi objetivo número uno para los próximos dos años. Mi sueño más grande es jugar la Ryder Cup. Mi padre metió el putt en la Ryder Cup de 1989 que permitió a Europa retener la copa. Yo sólo tenía 6 años, pero todavía lo recuerdo. Quiero estar en ese tipo de situaciones, en ese escenario.

 

Tu padre es obviamente tu héroe. Pero seguro que has tenido esos momentos de querer «ganarle a papá» cuando crecías con él en el campo de juego.

Era su caddie durante el verano, lo cual fue una gran experiencia. Fui su caddie en el Champions Tour. Pasó mucho tiempo hasta que pude ganarle. Creo que tenía 18 o 19 años cuando lo hice por primera vez. Y te puedo decir una cosa: fue un día grande.