Álvaro Quirós se retiró el pasado viernes del Open de Francia después de jugar los primeros ocho hoyos de su segunda ronda. El codo volvió a dolerle y el golfista andaluz decidió que no merecía la pena arriesgar más de lo debido. Allí mismo, al poco de retirarse, confirmó al European Tour que no jugaría el Open de Escocia. Abre así Quirós un pequeño paréntesis que tiene que ver con el problema del codo, pero también, y mucho, con su cabeza. Necesita descansar la mente. Desconectar. Recargar pilas.
El jugador de Guadiaro se encuentra con el ánimo tocado por la ausencia prolongada de resultados. Las cosas no salen como deberían y hay momentos en los que incluso cae en la desesperación. Ha buscado fórmulas y ha trabajado como el que más, pero no consigue que todo ese empeño luzca en el campo. Lo que hace en el campo de prácticas o durante las vueltas de entrenamiento no logra trasladarlo al campo y ha entrado en una espiral que poco a poco le ha ido consumiendo.
De sus últimos nueve torneos, es decir, desde el Maybank Malaysian Open, Álvaro ha pasado sólo tres cortes y su mejor resultado ha sido un 24º en el Nordea Masters. La temporada no empezó mal. Enlazó, de hecho, tres top 25 en Qatar, Dubai y Malasia, pero el jugador gaditano entendía que había llegado el momento de una vuelta de tuerca en los resultados, de pelear de nuevo por los triunfos y eso no terminaba de ocurrir. Todo se convirtió en una bola de nieve que cada día se ha hecho más grande.
Entre todo este proceso y las molestias en el codo, Álvaro ha decidido ahora tomarse un respiro. Como decimos, será corto. No jugará en Escocia ni la semana del British, pero volverá después del Open con el Omega European Masters y el torneo match play de Paul Lawrie, la semana siguiente. Eso sí, después del Saltire Energy Paul Lawrie Match Play tiene previsto un nuevo parón, éste más prolongado. La idea, si no hay cambios, es no jugar las siguientes cinco semanas y regresar para el KLM Open de Holanda, del 10 al 13 de septiembre.
