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Álvaro Quirós, la historia de una despiadada autocrítica

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Álvaro Quirós ha vivido, está viviendo, un 2009 repleto de novedades, emociones, sorpresas, decepciones y hasta monumentales cabreos…Ha sido su temporada de acceso a la élite del golf, la de su irrupción en los ‘majors’ y World Golf Championships, y ha tenido que aprender sobre la marcha ciertas lecciones del golf y hasta de la vida. Una vez asimiladas, no tiene ningún problema en hacerlas ‘públicas’ en una jugosa entrevista que ha concedido a TENGOLF. No tiene desperdicio su descarnada visión de los hechos.

Pero antes de nada, hay que apuntar una noticia (en este caso negativa) sobre el jugador de Guadiaro, que él mismo nos contaba. Quirós tiene previsto volver en el Omega European Masters de Crans-Sur-Sierre, pero ahora mismo está prácticamente parado, y postrado, a causa de un molesto papiloma en un pie. En las últimas semanas fueron apareciendo los dolores hasta que se hicieron casi insoportables. El podólogo que le ha tratado asegura que el lunes próximo estará ya en condiciones, pero lo cierto es que va a llegar muy justo a la cita suiza.

Impresiones generales sobre su primer año de ‘majors’ y World Golf Championships. «Cuando llegas a este tipo de torneos siempre tienes duda, o yo por lo menos la tenía: ¿podré dar la talla? ¿Estaré al nivel de la situación? Y ahora creo que sí puedo estar al nivel, al margen de los resultados que se han ido dando, unos mejores y otros muy malos. Después de conocer los torneos, los campos y de haber vivido alguna situación complicada, creo que sí, que puedo dar la talla».

Tres etapas bien definidas en las que describe esas ‘situaciones complicadas’. «Primero tuve una etapa de sorpresa y euforia, con la victoria en Qatar. Así hasta el Masters… No puedo decir que yo mismo me decepcionara, pero después del Masters perdí los papeles porque yo mismo me había puesto unas expectativas muy altas. Luego vinieron momentos malos, porque sufrí problemas técnicos con mi juego justo en un momento importante del año. Y finalmente, llegó la etapa de asimilación y de recuperar el ánimo. Con más tranquilidad volví a jugar mejor en el Bridgestone y luego en el PGA. Estas experiencias me han ayudado en cuestiones más… ¿cómo te diría? más interiores».

En el PGA anduvo cerca de dar su primera gran campanada… «Lo del PGA fue una auténtica pena. Por cómo terminé y porque me encantaba ese campo, me encontraba muy a gusto. Creo honestamente que antes de llegar a ese final mi resultado no mostraba lo bien que estaba jugando. Pero el putt… Pateé bien un día y los otros tres, sin hacerlo muy mal, sufría mucho».

Aquel momento crítico del hoyo 17 en Hazeltine (un triple bogey en aquel par 3 que lo sacó trágicamente del top-ten). «Aquel triple bogey en el hoyo 17 nace en el green del 16, y eso es lo que me pone malo… En el hoyo 16 pegué de salida una madera 3 que no fue muy buena, pero luego me dejé un putt de unos tres metros para birdie. El putt, la verdad, no era fácil, pero la toqué perfecta. Y yo qué sé qué pasó… Tenía algo de caída y en el último tramo se levanta una racha de aire y la bola, en vez de terminar de dar la última vuelta hacia el hoyo casi se vino hacia atrás. Noté perfectamente que aquello era en mi interior como la gota que colmaba el vaso, me puse a pensar que mi juego no estaba teniendo el premio que merecía y todas esas cosas… Así que en el tee del 17 me tomé las cosas a la ligera, en caliente. Me tomé la mitad de tiempo de lo que debería haberme tomado para pensar y planear mejor el golpe. Y la pegué fatal. Me fui al agua y luego dropé en el rough, me pasé el green, ya no sabía bien qué hacía, me venció totalmente el desánimo…».

Una dura autocrítica. «Eso que me pasó en el 16 y el 17 es totalmente injustificable. Volvieron a traicionarme las altas expectativas que yo mismo me había puesto y tengo que aprender a tener más los pies en la tierra. Después estuve un día entero casi sin dormir, lamentando que con 26 años aún pueda caer en estos errores. Porque sólo después me daba cuenta de que el resultado que llevaba hasta ese momento era muy, muy bueno. A veces hay que tener la cabeza fría y saber dónde estás, pero yo no, yo voy 7º y todavía me estoy quejando en el campo… No puede ser y no tiene ninguna justificación. Esto me va a servir para el futuro, seguro».

Hay que anotar una extraordinaria mejora de este año. «Ahora mismo no tengo toda la temporada en la cabeza, pero tampoco he hecho muchas rondas muy buenas. Lo que sí estoy consiguiendo es salvar días haciendo más o menos pocas sin jugar fenomenal, así que me dejo la oportunidad para el día siguiente o el siguiente… Eso antes no me pasaba: para bajar de 70 tenía que jugar muy bien. Ahora consigo a veces acabar con 70 ó 69 sin tener mi mejor día».


Pd: En la siguiente y última entrega de la entrevista, Quirós nos cuenta su ‘relación’ con Tiger Woods, que va mucho más allá del ya famoso encuentro que tuvieron en el green del hoyo 11 de Hazeltine, y habla del que será su gran objetivo desde ya mismo: la Ryder Cup de 2010.