Ferran Martínez (Barcelona, 25-4-68) es ex jugador de baloncesto del Barcelona y un golfista apasionado…
Jugó en el Joventut de Badalona y Panathinaikos de Grecia, fue 156 veces internacional con la Selección Nacional Absoluta y es uno de los deportistas españoles más laureados. Ahora, desde el pasado noviembre. ejerce como Director de BS Sports & Entertainment, patrocinador de la Copa Solidaridad Fútbol versus Baloncesto.
La nueva unidad de negocio creada por Banco Sabadell, que dirige Ferran Martínez, está especializada en el asesoramiento y la prestación de servicios financieros de banca privada y gestión patrimonial a deportistas de élite y profesionales relevantes del espectáculo y la comunicación.
Ferran Martínez: “En BS Sports & Entertainment creemos que el golf es un deporte que nos interesa mucho para nuestro target, puesto que la mayoría de tenistas, futbolistas, cada vez más jugadores de baloncesto y muchísimos deportistas de élite de otras modalidades, todos practican golf.
Y, en concreto, hemos querido involucrarnos en la Copa Solidaridad porque sé que entre todos vamos a conseguir bastantes recursos para UNICEF y Plan, algo con lo que todo deportista debe colaborar ya que la vida nos ha tratado muy bien y debemos devolver algo a la sociedad.
Siempre tuve claro que, cuando acabase mi vida deportiva en la alta competición, empezaría a los 35 años una nueva vida diferente, aunque también apasionante y atractiva, para la que debía estar preparado de distinta manera. Por esta razón me matriculé en muchos cursos y procuré aprender todo lo que pude, enfocándome hacia el mundo de la economía.
Todo lo que has vivido y las experiencias que has tenido cuando has estado compitiendo son herramientas que más tarde puedes aplicar al mundo de los negocios y te pueden ayudar mucho en tu nueva faceta de la vida, los valores que te ha inculcado el deporte se pueden trasladar al mundo de la empresa, y está comprobado que funcionan.
A los 16 años entré en el primer equipo del Barça, con el COU y la Selectividad terminados. Me matriculé en económicas pero me di cuenta de que no era compatible, en aquella época todo el mundo te decía “o estudias o juegas”, y era imposible compatibilizar las dos cosas. Luego lo intenté con empresariales, pero me convalidaban unas asignaturas y otras no, y me ponían muchos problemas. Por ejemplo, tenía un partido en Tel Aviv que coincidía con un examen, evidentemente no me aprobaban y encima era una asignatura que perdía.
Como vi que por ese camino no iba a conseguir nada empecé a apuntarme a cursos de informática, de arquitectura de ordenadores, de análisis estratégico en renta variable… que podía ir estudiando poco a poco, aprovechando el tiempo entre los entrenamientos.
Decidí hacer un master en análisis financiero porque pensé que nadie mejor que uno mismo para asesorarse sobre inversiones, y a partir de ahí todo vino rodado y muy rápido. Hice un MBA en Sport Management en La Salle, donde coincidí con otros deportistas de élite como Jordi Villacampa y Enric Massip, y nos dimos cuenta de lo duro que era aquello. Estuve dos años levantándome a las 6 de la mañana porque empezábamos a las 7 y media, y los profesores se quedaban impresionados al ver que los deportistas llegábamos antes que ellos; para nosotros era fácil, ya que estábamos acostumbrados a la disciplina y la rutina de los entrenamientos.
Enseguida entré como asesor de deportes en la Generalitat, y fundé la empresa Global Sports dedicada al asesoramiento y representación de jugadores y también a la organización de partidos. Más tarde creé Leader’s Factory, otra empresa enfocada al coaching. Ahora, el 100% de mi tiempo y energía los dedico a BS Sports & Entertainment, aunque sigo vinculado a las otras dos empresas. Desde Global Sports, aparte del servicio fiscal y asesoramiento legal que prestamos a los deportistas, ahora también cuentan con el servicio de BS Sports & Entertainment.
El baloncesto siempre ha sido mi deporte, pero el golf es el complemento ideal. No juego al golf todo lo que me gustaría, no tengo tanto tiempo y debo tener un handicap real de 25, no menos. Cogí el primer palo en el 96, me dieron algunas clases en Vallromanes y en El Prat, y jugué mucho pitch & putt por problemas de tiempo. Cuando me fui a vivir a Grecia jugaba mucho más, estaba con nosotros en el equipo Byron Scott (que había jugado en los Lakers) y era un loco del golf, jugábamos siempre que podíamos. Luego volví al Joventut y casi lo tuve que abandonar por falta de tiempo.
Ahora juego bastante en La Roca del Vallés, donde comparto partidos con muchos futbolistas y otros deportistas. El golf es como un eje de unión entre diferentes deportes, es el complemento ideal para cualquier otra modalidad deportiva. Vas dando un paseo agradable, manteniendo una conversación y hablando de muchos temas. Compites con el rival y contigo mismo, y la presión es en muchos casos muy parecida a la del basket, estás en el green a punto de tirar un putt y sientes una sensación muy parecida a cuando vas a tirar un tiro libre, es la misma presión. Te exige mucha concentración y aprender a aislarte y evadirte de todo en ciertos momentos, por ejemplo, yo he estado a punto de tirar un tiro para ganar o perder un partido con veinte mil personas chillando, tirándome monedas, apuntándome a los ojos con un puntero láser, ¡no te exagero, me han abierto la ceja tres veces! Sé lo que es la presión e imagino lo que deben sentir los grandes cuando están a punto de embocar un putt para ganar o perder un torneo, un Masters o un Open Británico”.
Entrevista realizada por María Acacia López-Bachiller
