Bubba Watson tiene motivos para sonreír y relamerse por su segundo puesto en el WGC Cadillac Championship de Doral. Cierto es que a bote pronto huele a sinsentido. ¿Cómo puede alegrarse de quedar segundo cuando tuvo el triunfo en su mano, llegó a liderar el torneo y estuvo a medio metro (lo que le faltó a Adam Scott para acabar en el agua en el hoyo 18) de al menos salir al desempate? Pues bien, todo tiene que ver con una bendita casualidad que une por un puente invisible sus actuaciones en Doral con el Masters de Augusta.
Bubba ha acabado segundo en el WGC Cadillac Championship en dos ocasiones: 2012 y 2014. Aquellos años, apenas un mes y pico más tarde, se enfundaba la Chaqueta Verde en Augusta. Dos de dos. Dos veces segundo en Doral y dos veces campeón del Masters. ¿Casualidad? Sin duda, pero si usted es supersticioso, y aunque no lo sea, no dudará que el bombardero zurdo puede pensar en que no hay dos sin tres, que por qué no, que y si sí, que diría el gran Mota.
Abandonando el terreno de las alineaciones interplanetarias y volviendo al territorio de lo normal, de la cuántica, la realidad es que este segundo puesto en Doral, como lo fue en aquellos años 2012 y 2014, no son más que un reflejo del magnífico estado de forma por el que atraviesa el norteamericano y, lógicamente, lo convierte en favorito en un campo donde, además, lo hace muy bien.
Sin ir más lejos, Bubba Watson es el tercer mejor jugador del mundo en 2016, según los puntos que ha sumado en el ranking mundial. Sólo Adam Scott y Rickie Fowler están por delante. Actualmente es cuarto del mundo y en lo que llevamos de año suma cinco torneos con un balance de una victoria, un segundo puesto, tres top ten, cuatro top 15 y cinco cortes pasados.
Así que sí, ya sea por lo paranormal o por lo terrenal, con Bubba hay que contar para el próximo Masters de Augusta. Otros que salen reforzados de la batalla contra el Blue Monster son Adam Scott, obvio, Rory McIlroy, Rickie Fowler (ni se le vio en toda la semana y acabó top ten) y Dustin Johnson. En el capítulo de las dudas, habría que meter a Jordan Spieth, aunque veremos qué hace esta semana, Jason Day y Justin Rose. Por cierto, queda justo un mes para que arranque el Masters.
