Es sorprendente y aleccionador el modo con el que Jorge Campillo quiere afrontar su carrera profesional en el golf (iniciada hace un par de semanas)…El joven español quiere evitar hasta donde sea posible los largos procesos de adaptación y las ‘eternas’ tomas de contacto… Dicho de otro modo: si el golf en la élite profesional va a ser su profesión, tiene que serlo de un modo práctico cuanto antes, o al menos él va a poner todos los medios para que así sea. Sin medias tintas.
Esta mentalidad es, realmente, muy americana. No cabe duda de que sus años universitarios en Estados Unidos han calado hondo. La idea de independizarse económicamente, de no ser un lastre ‘financiero’ para la familia. Después, la realidad y la competición dictarán sus propias normas, porque en el deporte (y menos en golf) no siempre dos más dos son cuatro… En todo caso, Jorge entiende que el trabajo bien hecho y la actitud responsable aumentan las opciones de éxito.
Como debe ser.
¿Y cuáles son los medios que va a poner? Más allá de la mentalidad competitiva (incluso recién estrenado como profesional, él tiene claro que su objetivo son los top-ten…), ya está tomando algunas decisiones prácticas. De hecho, no va a esperar para ponerse bajo la tutela de un entrenador de prestigio. Está en conversaciones con Peter Cowen, aconsejado por Pablo Martín-Benavides, con quien le une una estrecha amistad. Cowen no es un cualquiera: él es quien revisa normalmente el juego de jugadores de la talla de Henrik Stenson, Montgomerie o Schwartzel, además de haber estado muchos años con otros como Lee Westwood o Paul McGinley.
De momento, la idea es que Cowen realice un seguimiento exhaustivo del juego y del swing de Campillo durante la próxima cita del circuito europeo donde compita el joven español. Grabará videos y finalmente elaborará algo así como un informe-análisis. A partir de ahí, y si al jugador le convencen completamente las líneas de trabajo trazadas por este ‘gurú’ del golf, se formalizará la relación de trabajo. En todo caso, después de las primeras entrevistas, la impresión que tiene ya Campillo de Cowen es magnífica.
La ambiciosa idea del jugador, así como de IMG, su empresa-representante, es la de obtener alguna invitación para jugar otro torneo del circuito europeo, a ser posible a finales de este mes de julio, después del British. Hay dos citas: el SAS Masters en Suecia o el Moravia Silesia en la República Checa, un torneo de nuevo cuño con un fondo de premios realmente importante.
