Inicio Noticias Delicias a pie de green con Olazábal, Jiménez y Garrido

Delicias a pie de green con Olazábal, Jiménez y Garrido

Compartir
Image

Olazábal ayuda al joven Clemares/Andreu

Los veinte finalistas Lacoste Promesas vivieron ayer un día inolvidable en La Sella junto a José Mari Olazábal, Miguel Ángel Jiménez y Nacho Garrido quienes, además de hacer pequeñas correcciones en el swing, les dieron sabios consejos que los jóvenes aplicarán tanto dentro como fuera del campo…

La jornada comenzó en la cancha de prácticas de La Sella haciendo estiramientos mientras se iban dividiendo por grupos, Garrido impartió clase en el búnker, Olazábal analizó el swing y Jiménez explicó estrategia y efectos de la bola.

Nacho Garrido se dirigió a la trampa de arena y, como al flautista de Hamelín, allí le siguieron muchísimos niños. “¿Qué tal se os da la sacada de búnker? A los jóvenes siempre os veo dando bolas, practicáis el juego largo que es lo que de verdad os gusta, pegarle fuerte y lejos, y sin embargo tenéis que dedicar más tiempo a trabajar el juego corto, la sacada de búnker y el approach, ahí es donde os lo jugáis todo y con esos golpes vais a ganar los torneos”.

Chema Olazábal hizo pequeñas correcciones a algunos de los participantes, a Marc García Pinto le preguntó: “a veces le das a la bola detrás, ¿verdad? Estás colocado cuadrado y un poquitín a la derecha, el movimiento del swing es bueno, pero arriba el palo se te cae un poco porque hay excesivo movimiento de muñecas y por eso le pegas por detrás a la bola”. A Anna Arrese le sugirió que jugase “valiente y moviendo más los hombros. Haz el swing más amplio, venga, da otra bola. Esa te la llevas un poquitín hacia arriba con los hombros, baja los brazos y verás como le pegas mejor”.

 

Jiménez explicó a un grupo cómo pegar golpes con efectos para controlar mejor la bola aunque “sin complicarse más de lo necesario; el golf, como todo en la vida, hay que hacerlo más fácil, no podemos empeñarnos como mucha gente se empeña en dificultarlo y complicarlo, sencillez y naturalidad es lo que requiere”.

Salieron a jugar 18 hoyos, y los profesionales fueron saltando de un lado a otro del campo de La Sella para acompañar durante dos o tres hoyos a cada partido.

Nacho Garrido se sorprendió al ver pegar la bola a Covadonga Sanjuán, la campeona asturiana de 11 años, “¡qué envidia me da!, yo, con 11 años creo que todavía no jugaba la madera, y esta niña le pega con valentía y un swing natural impresionante”.

A Jiménez le llevaba en el buggy Pepe Bañó, Presidente de La Sella, y en el tee del hoyo tres aprovecharon para charlar sobre fogones: “¿Pepe, nos vas a preparar un arrocito o una fideuá cuando terminemos de jugar?”, y el anfitrión contestó que tomarían “arroz y unas gambas rojas”. “Yo también echo esos bichillos rojos cuando hago paella”, dijo el de Churriana. Bañó le fue explicando que “el recorrido de La Sella tuvo vides hace muchos años, y más tarde olivos, algarrobos y almendros”, y Jiménez le contó que “la temporada ha sido larga pero muy buena. He conseguido ganar dos títulos, estoy muy satisfecho pero hemos andado mucho de acá para allá, he cruzado demasiadas veces el Atlántico y estoy fundido, necesito recargar pilas”.

Los tres profesionales aconsejaban a los chicos en cada hoyo. A Cristina Turégano, la campeona extremeña, Nacho Garrido le dijo en el hoyo cuatro que jugase “una maderita, con eso te sobra y puedes tirar por encima de los árboles”. Olazábal advirtió a Adrián Otaegui (flamante vencedor de las Faldo Series en Brasil) que tuviera “cuidado con el hoyo 7, es un par 4 largo y hay un lago que desde aquí no se ve, tenéis que apuntar más a la izquierda y yo creo que llegáis con el driver o la madera tres”. Chema pegó una madera tres perfecta, y respondió al aplauso de los niños “¡no está mal para un abuelete como yo!”.

En el hoyo ocho, par 3, Olazábal acompañó a Javier Sainz, Elena Villamil y Héctor Bonilla que dejaron la bola en green, “¡vaya golpes, la más lejos a un metro de bandera!”, admiró el campeón, mientras que Covadonga Sanjuán jugó un approach para dejarla dada que también le sorprendió, “qué nivel con el juego corto; largo, corto…, a vosotros lo que os echen, todo lo hacéis bien”.

Olazábal jugó los hoyos 11 y 12 con Carlos Clemares, Nico Baena, María Parrón y Ángela Giménez y se quedó entusiasmado con los golpes de salida, “sois como un tiralíneas, vosotros no necesitáis ni escuadra ni cartabón”. A María Parrón le aconsejó que “mañana, si hace este mismo tiempo, es mejor que juegues una madera menos y llegarás perfectamente”. En el 12 volvió a alabar el juego de los jóvenes, “muy buena, Nico, perfecta, al centro de la calle. ¡Cómo le dais!”. Cuando le tocó su turno, una vez más los niños aplaudieron la salida del doble campeón del Masters quien respondió que “de los abueletes que todavía quedamos en el Circuito, yo le pego del montón”.

Carlos Clamares, el campeón de la Comunitat Valenciana en todas las categorías, ofreció agua a Olazábal y éste reflexionó: “Una de las cosas más bonitas de este deporte es la educación y el trato con tus competidores, creo que es parte importantísima para la educación de una persona no sólo en el campo sino fuera de él. El golf también te enseña el respeto a las reglas y a las personas, y creo que son cualidades muy importantes para todo en la vida”.

Entre hoyo y hoyo Olazábal hizo una parada para contestar a Nuria Pombo, del programa Golflog de Carlos García-Hirschfeld que viajó hasta La Sella, e hizo balance de la temporada: “Este final ha sido muy positivo, he jugado las cuatro vueltas en Madrid y Castellón y me encuentro mucho mejor. Esta semana me he vuelto a hacer análisis y me darán los resultados en unos días, pero poco a poco voy mejorando. Hay una serie de molestias un poco guerreras, a veces la zona sacro ilíaca se pone durilla y en los torneos paso más tiempo en el camión de los fisioterapeutas que en el campo de prácticas. El juego todavía no está donde debe estar, no he podido entrenar con normalidad, pero si todo va bien la próxima semana juego en Hong Kong, a ver cómo aguanto el viaje tan largo y si respondo bien, eso servirá para medirme de cara a los viajes intercontinentales a principios del año que viene”.

Continuó aconsejando a Nerea Salaverría cómo jugar el approach, “el movimiento lo haces bien pero tienes la bola un poco al pié izquierdo, a la hora de bajar el palo va a tocar detrás, tienes que poner la bola un poco más centrada para evitar dar sapitos, colócate un pasito hacia delante y coge el palo un pelín más corto”.

En el hoyo 16, Jiménez se apostó una Coca-Cola con Nico Baena y éste aprovechó la ocasión para preguntar al “Pisha” por la Ryder Cup: “nos fundieron los plomos, las metían de todos los sitios, jugaron de cine y las enchufaban todas, daba igual desde dos metros, ocho o diez…, las suyas entraban todas”.

En el ante green del 17 el campeón malagueño impartió una clase de estrategia que los niños nunca olvidarán: “Venid aquí, os voy a enseñar una cosa que seguro os va a ayudar mucho. En esta hierba alta lo primero que pensáis es en jugar el blaster y os podéis equivocar, es mucho mejor coger un hierro ocho o el siete y hacer un movimiento como si fuera un swing de putt. Hay que intentar el menor margen de error posible; dando un mal golpe la bola os va a quedar a metro y medio o dos metros del hoyo, en el peor de los casos, y si le dais bien la podéis meter. Acordaros, nunca con el blaster. Mira, coge el hierro ocho, dale y déjala rodar, sin agresividad, dale sólo a ponerla en movimiento, piensa que la bola va a salir rápida y, por muy mal que lo hagas siempre vas a estar al lado del hoyo, no te vas a ir a las chimbambas. Verás que el margen de error es mínimo. Con el handicap que tenéis no podéis regalar golpes al campo y así evitáis el salto de rana o el filazo, hay que jugar con la cabeza y estos son los golpes que os van a ayudar a conseguir el resultado, los golpes que diferencian al buen jugador del que no lo es”.

La jornada terminó con una animadísima y espléndida cena en el Restaurante Segaria del Hotel Marriott La Sella y, cuando los jóvenes pidieron permiso para marcharse, Olazábal les paró: “¿Vais a la cama derechos, verdad? Cuidadito con la juerga, mañana madrugáis y jugáis muy pronto, pero antes de que os vayáis os quiero decir que Armand Basi, que ha estado con nosotros en las cinco ediciones que hemos celebrado de Lacoste Promesas, este año no puede acompañarnos y os manda a todos un saludo. Le echamos de menos y él a nosotros también, le deseamos que se ponga bien y nos pueda acompañar otra vez el año que viene. Mucha suerte a todos mañana y pasado, a jugar bien y a disfrutar”.