Por todos es conocida la pasión de Donald Trump por los objetos dorados. No hay más que echar un vistazo a su famosa Trump Tower de Manhattan, o a las nuevas cortinas de oro con las que la ordenado decorar el Despacho Oval. Y este curioso entusiasmo, cómo no, se ha trasladado también al mundo del golf.
Trump se encontró este pasado fin de semana con Shinzo Abe, primer ministro de Japón, para hablar de la posición de Estados Unidos en Asia. Y tras una primera toma de contacto en la Casa Blanca, se trasladaron en el Air Force One hasta Florida, para continuar sus conversaciones jugando al golf en el Club de Golf Internacional de Trump en West Palm Beach.
Allí, el presidente estadounidense tuvo la oportunidad de disfrutar del driver de oro que el propio Abe le regaló en noviembre, como felicitación por su victoria en las elecciones, y que está valorado en más de 3.500 dólares. Y el primer ministro japonés, como buen invitado, reconoció que la destreza de Trump con los palos de golf era mayor que la suya.
Este encuentro, además, sirvió para rememorar el que Nobusuke Kishi, abuelo de Abe y primer ministro japonés entre 1957 y 1960, mantuvo con el entonces presidente estadounidense Dwight Eisenhower. Aunque no consta que en aquella ocasión jugaran con un driver de oro...
The WH barred reporters from covering Trump’s golf outing yesterday, but @playbookplus managed to get some photos. https://t.co/k9FOAtnQ8Y pic.twitter.com/AUZOB04wG3
— Kenneth P. Vogel (@kenvogel) 12 de febrero de 2017
Played golf today with Prime Minister Abe of Japan and @TheBig_Easy, Ernie Els, and had a great time. Japan is very well represented!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 11 de febrero de 2017
Here’s the $3,755 gold, anti-slice golf driver Shinzo Abe gave Trump a few months ago pic.twitter.com/tWDWDzAbyq
— Brian Sozzi (@BrianSozzi) 10 de febrero de 2017