Álvaro Zerolo es el único español en el camión de fisioterapeutas del Circuito Europeo
Álvaro Zerolo lleva cuatro años trabajando para el Circuito Nacional. Por las manos de este fisioterapeuta madrileño han pasado los, más o menos, maltrechos cuerpos de la mayoría de los jugadores españoles.
Su trabajo es definido como mano de santo y los ecos de sus magníficos resultados han llegado hasta el Circuito Europeo. Por ello, este año, aprovechando que han aumentado la nómina de fisios en el circuito mayor, han decidido ficharlo.
Es el único español en el moderno camión (se parece al que guardaba celosamente a ‘Kit’ en la serie El coche Fantástico) de fisioterapia remodelado para esta temporada por el circuito. “Somos seis fisioterapeutas y nos organizamos en dos turnos: de 6,30 a 13,30 y de 12,30 hasta las 20,00. Los días de más trabajo son los martes y la jornada del Pro-Am, ya durante el torneo baja un poco la cosa”, explica Zerolo a Ten-Golf.
Álvaro encuentra muchas diferencias entre el Circuito Nacional y el Europeo. “En el Peugeot trabajamos dos en todos los torneos y aquí somos seis y para trabajar tenemos diez metros cuadrados, mientras que este camión tiene 30”.
Pero las diferencias no sólo son logísticas. También cambian los cuerpos. “En el Circuito Europeo te encuentras con problemas físicos, como es lógico, pero hay pocas lesiones importantes. Se nota que los jugadores están mejor preparados físicamente, con una base mucho mayor”. En los golfistas se encuentran todo tipo de molestias repartidas por todo el cuerpo, aunque la zona que más sufre, según Zerolo, “es la espalda”.
Pero Álvaro no sólo se conocido por las bendiciones de sus manos. Hace dos años introdujo en el golf una nueva técnica que revolucionó la fisioterapia: el kinesiotaping. Como todo lo nuevo, al principio creó cierto recelo entre los golfistas, pero poco a poco se fue extendiendo y se implantó definitivamente cuando se vio a David Beckam con una extraña cinta azul en las cervicales durante un partido con el Real Madrid. La técnica es muy novedosa y sólo unos pocos la trabajan es España. Uno de ellos es Álvaro: “Se trata de colocar unas cintas con llamativos colores (lo de los tonos es más un efecto publicitario que otra cosa) en las zonas más castigadas de los jugadores. Va pegada entera y consigue separar un poco la piel de forma que libera más espacio para el músculo y su rendimiento mejora de forma considerable. Todo fluye mejor y el jugador lo nota al momento”.
Uno de los que ha probado la medicina de las cintas ha sido José María Olazábal en Aloha. El vasco se las puso por primera vez el pasado miércoles antes de empezar el torneo y habló maravillas tras la segunda ronda. “Tengo todo el cuerpo lleno de cintas de colores. Si lo viérais… Pero la verdad es que me encuentro mejor”, señaló.
Álvaro cuenta que a los que más trabajo costó convencer fue a los seniors. “El año pasado hicimos un Open Británico senior y estaban un poco reacios, pero lo acabaron probando”.
Unas de las características principales de estas cintas es su extraordinario pegamento. “Dura varios días y los jugadores se pueden duchar con ellas sin ningún problema. Son tan buenas que yo las uso hasta de tirita para las rozaduras de lo zapatos o las heridas”, señala.
Si se fijan un poco, podrán ver estas cintas en muchos deportistas. Estén atentos en Pekín, durante los Juegos Olímpicos…
Álvaro hará diez torneos del Circuito Europeo esta temporada y es que ha solicitado al Tour seguir haciendo su trabajo en el Circuito Nacional. Debutó en el Open de Andalucía.
