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El golf, según el código ‘Gabriel Cañizares’

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Gabriel Cañizares, director de la Academia de Golf de Valle Romano, es un golfista profesional desde hace más de una década con una filosofía muy particular tanto en su vida privada como en la pública…

 

La humildad, carácter afable y mirada cercana son características de la personalidad de este golfista malagueño querido y admirado por profesionales de todas las categorías.

El público desconoce en gran medida el sacrificio que hay detrás de la vida de este deportista profesional, así como los gustos y prioridades en su vida privada.

En esta entrevista, ofrecida por Valle Romano, Gabriel muestra su lado más humano y abre las puertas a ese otro mundo que sólo conocen sus familiares y amigos más íntimos.

Valle Romano: ¿Cómo es la jornada de un profesional en un campeonato cualquiera, sigues alguna rutina especial para relajarte?

Gabriel Cañizares: Desde la noche anterior me preparo pensando en el campo y la estrategia a seguir del día siguiente. Lo primero un buen desayuno, luego voy al campo de prácticas a soltar los músculos para preparar el cuerpo. Busco un lugar tranquilo y durante 5 ó 10 minutos me concentro en la actitud que deseo tener durante la jornada y trato de relajarme. Así combato los nervios previos al juego y me preparo mentalmente. Al terminar, analizo los fallos cometidos, los aciertos y trato de desconectar para seguir viviendo el presente.

V.R.: ¿Qué ha cambiado entre aquel jugador aficionado y el profesional que eres desde 1998?

G.C.: Cuando era aficionado me centraba en divertirme exclusivamente, ahora hay mucho más en juego y también me va en ello mi sueldo.

V.R.: De los campos de Andalucía, ¿cuáles son tus preferidos para competir?

G.C.: Mis campos favoritos son el Real Club de Sotogrande y el Real Club de Sevilla. Son campos que por su diseño se disfrutan incluso cuando juegas mal. Hay una buena dosis de reto y diversión, además cuentan con grandes arboledas y sientes la naturaleza en pleno esplendor. Pero sin duda, Valle Romano Golf es un gran campo en el que según vayan pasando los años, se irá consolidando y albergará grandes torneos de golf.

V.R.: Y en general, ¿cuáles son tus sitios preferidos en tu tiempo de ocio?

G.C.: Tarifa, Bolonia y Zahara de los Atunes. Son zonas cercanas a Málaga con playas muy cuidadas y además, me encanta la fusión con la naturaleza que allí se respira.

V.R.: Si tuvieras que elegir uno para retirarte dentro de muchos años, ¿cuál sería?

G.C.: En España, probablemente Tarifa; fuera de nuestras fronteras Tailandia me llama mucho.

V.R.: ¿Cuáles son las aficiones que te ayudan a desconectar?

G.C.: La naturaleza y mi familia son la combinación perfecta para mis ratos cuando dejo de ser Gabriel Cañizares y soy Gabriel.

Hijo y hermano de campeones, Gabriel Cañizares lleva en la sangre la pasión por el golf y en su familia se respira este entusiasmo por los cuatro costados.

V.R.: Has declarado en otras ocasiones que tu padre te ha enseñado todo lo que sabes, ¿qué destacarías de ese aprendizaje?

G.C.: Sin duda más que la parte técnica, lo que aprendí de mi padre fue la manera de pensar en el golf. Supone un esfuerzo mental ser un profesional y a la par llevar una familia y desear combinar y triunfar en ambos ámbitos. La clave está en el equilibrio, que el golf no esté en tu cabeza 24 horas al día y te permita disfrutar también del resto de la vida.

V.R.: ¿Cómo es la relación profesional con tu hermano Alejandro, otro grande del golf?

G.C.: Muy buena, somos grandes amigos. Compartimos juego, estrategia y sensaciones. Intentamos ayudarnos cuando uno de los dos está falto de sensaciones o no se encuentra cómodo en el juego, aunque también te confieso que como profesionales sí somos competencia y también se respira esta relación entre nosotros.

V.R.: ¿En qué te ha beneficiado el apellido Cañizares?

G.C.: Me ha beneficiado en muchas cosas pero también es una espada de Damocles constante. Siempre me ha abierto muchas puertas ya que mi padre es un hombre muy conocido y al ser su hijo todo es más fácil; sin embargo, al pasar a profesional tengo el “deber” de hacerlo bien por ser su hijo y ya no se tienen en cuenta otros factores, siempre soy un “Cañizares” y se espera lo mejor de mí.

V.R.: Tras casi 14 años en la élite del golf  codeándote con los mejores jugadores del mundo, ¿cuál es el mejor campo en el que has jugado?

G.C.: El Black Mountain en Hua Hin, Tailandia.

V.R.: De todas las tarjetas que has firmado, ¿cuál ha sido la mejor?

G.C.: Un -10.

V.R.: ¿Cuál es el golpe que no olvidarás en tu vida?

G.C.: Fue hace 3 años en el Parador de Golf de Málaga durante el Open de Andalucía del Tour Europeo, en el hoyo 11 hice un Albatros en un par 5.

V.R.: ¿Cuál ha sido el mayor obstáculo que ha superado en su carrera?

G.C.: Conseguir que la presión constante y la exigencia no dominen mi vida. Yo lo doy todo pero la suerte es a menudo decisiva.

V.R.: ¿Cuál es el sueño que aún no has cumplido como golfista?

G.C.: Vivir de competir. Mi deseo es competir más fuera de España y poder vivir de ello que es mi pasión.

V.R.: Si el golf no se hubiera cruzado en tu vida, ¿a qué te dedicarías?

G.C.: Quizá sería ganadero (risas). Me encanta el campo, tendría un cortijo con animales. Desde luego algo relacionado con la naturaleza, no me veo para nada encerrado en una oficina 8 horas al día.

V.R.: ¿Cuál es el balance del año 2011 como profesional?

G.C.: Este año ha habido pocos torneos nacionales, he jugado uno y además lo hice mal. También participé en la escuela del Circuito Asiático a principios de año y aunque iba bien tuve una última jornada mala y no logré la tarjeta para jugar el Asia de este año. En otro tipo de torneos sí he jugado bien, por ejemplo gané varios del Gecko Tour y me galardonaron con la Orden del Mérito que se entrega al jugador con más puntos durante todo el tour.

V.R.: Desde septiembre del año pasado diriges la Academia de Valle Romano Golf, ¿qué expectativas tenías cuando llegaste?

G.C.: La verdad es que no traía expectativas, me hacía ilusión trabajar en un campo tan cuidado y con tan buen nombre en cuanto a servicios y atención al cliente. Sabía que iba a estar a gusto y así está siendo. Me siento bien aquí, hay un ambiente de trabajo muy bueno, se cuida mucho al cliente y eso se nota en el cómputo final del día.

V.R.: ¿Cuáles son los servicios que ofrece la escuela?

G.C.: Somos 3 profesionales en la Academia y ofrecemos cursos de perfeccionamiento, de iniciación y también clases para niños. Durante mis clases superviso y asesoro la metodología y las técnicas de golf pero sobre todo me centro en que aprendan a jugar de manera sencilla y que lo disfruten.

G.C.: ¿Que elementos utilizas de ayuda al golfista dentro de la escuela?

G.C.: Mi filosofía es que sólo haces las cosas bien cuando las disfrutas. Así que a mis alumnos les invito a que disfruten. Les explico el swing de golf desde otra perspectiva, desde las sensaciones naturales del cuerpo, desde la pasión, no uso tanto vídeo, ángulos ni técnicas imposibles. El golf hay que sentirlo, vibrar con él y sobretodo disfrutarlo, sólo así se aprende y se mejora.