La golfista mexicana Lorena Ochoa lloró de emoción al recibir abrazos de Johnatan y Luis, niños de ocho y 10 años de edad, quienes se convirtieron en los graduados más pequeños de su fundación "La Barranca", y un cuadro pintado con los labios de una menor con discapacidad.
La tapatía, considerada actualmente como la número uno en el escalafón mundial femenil, ofreció una conferencia motivacional a alumnos becados del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y a cambio recibió un par de sorpresas, que las calificó como más importantes que cualquier triunfo en la LPGA.
Aún en el podio, dos pequeños se le acercaron trabajosamente, Johnatan y Luis, Lorena se apresuró a recibirlos y recibió dos abrazos que le soltaron las lágrimas.
Aún con los ojos llorosos y reflejando mucha emoción, Lorena recibió una sorpresa más, ahora por parte de la jovencita Andrea, quien le dedicó un cuadro que pintó utilizando los labios ante su capacidad diferente, que terminó por 'doblar' emocionalmente a la campeona.
"De verdad que estos son los trofeos más importantes que uno puede lograr en la vida, esto vale más que cualquier campeonato de golf", expresó Ochoa, quien además aclaró que no tiene la menor idea de cuántos puntos necesita para ir al salón de la fama.
"La verdad no lo sé, mi idea como deportista es entrar al Salón de la Fama, pero no tengo presente cuántos puntos necesito para entrar, todo viene a su tiempo, me encantaría claro, porque lo más importante es jugar día a día", añadió.
Durante su conferencia con los más de 500 estudiantes reunidos en el Gimnasio Tecnológico, Ochoa invitó a los jóvenes a arriesgar el todo por el todo en cada uno de sus proyectos como estudiantes o profesionales.
"Siempre he tenido muy claro lo que quiero hacer, hay que arriesgarse, intentar un trabajo nuevo, buscar nuevos horizontes, no se vayan a la fácil ni a lo chico, porque eso no da campeonatos, traten de ser los mejores y sin miedo a lo que enfrentan", agregó Ochoa Reyes.
