La Navidad siempre es época de resúmenes, de volver la vista atrás y recordar lo que ha ido pasando a lo largo del año. El golf no es ajeno a esta costumbre. En estas fechas se eligen a los mejores jugadores y se rescatan tiros imposibles que se han ganado un pequeño huequecito en la historia de este deporte.
El año 2007 quedará para el recuerdo por muchas cosas. Una de ellas, sin duda, procede de Argentina y forjó su leyenda en el monstruoso Oakmont. Ángel Cabrera se llevó este verano el US Open, se lo arrebató de sus mismas manos a Tiger Woods y Jim Furyk. El 'Pato' hizo historia. Roberto de Vicenzo ya no está solo. Era su primera victoria en el circuito Americano, qué mejor manera de estrenar el palmarés.
Ganó a lo grande, como sólo puede ganarse un 'major' en golf. Lo hizo en un campo imposible, con un rough infernal y unos greenes diabólicos. El 18 de junio Ángel Cabrera levantó el trofeo del US Open tras firmar un resultado de +5, un golpe menos que Furyk y Woods y ser el único capaz de bajar de 70 en dos vueltas al fiero Oakmont. Este US Open también será recordado como el primer grande en la carrera del español Pablo Martín. Se clasificó en las previas, pasó el corte y terminó en el puesto 30º. Sencillamente espectacular.
Angel Cabrera es protagonista también de 2007, ya que los especialistas del golf eligieron como "el tiro del año" al espectacular hierro 9 que ejecutó en el hoyo 15 de Oakmont. En medio de la presión de aquel día, el Pato le dio un swing perfecto a la bola, que voló desde 153 metros y casi se mete en el mejor de los 69 golpes que empleó para la vuelta final. En ese hoyo, luego logró el birdie que fue el que lo lanzó al título frente a los jugadores más importantes del mundo.
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