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GONZALO FERNÁNDEZ CASTAÑO

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(Según la mirada particular de David Durán, redactor del Diario Marca)

ImageEn ocasiones uno o varios gestos nos dicen más de una persona que una discreta biografía. Algunos de Gonzalo Fernández Castaño, por ejemplo, nos dan una idea de cómo es este notable jugador de golf.

Más allá de esos tres años consecutivos ganando un torneo del circuito europeo. Más allá de su demostrada capacidad de sacar lo mejor de su juego cuando las pulsaciones se alteran, que es precisamente uno de los rasgos que diferencian a los campeones del resto. Más allá de su habitual presencia en el Volvo Masters, siempre entre los sesenta mejores del circuito. Más allá de su excelente puesta de largo en los 'majors', en el British de 2006…

Más allá de todo esto, que no es cualquier cosa, hoy me gustaría destacar la naturalidad de este jugador cuando recorre los hoyos. Y no hablamos de una jornada de entrenamiento, sino en pleno torneo. Es, sobre todo, buen compañero. Nunca falta en el madrileño una palabra de aliento o felicitación. Sonríe, ríe o maldice después de un mal golpe con insultante naturalidad. Mantiene un diálogo casi constante con los aficionados: un guiño, un comentario, un detalle con un chaval… Puedo atestiguar que a Gonzalo no le hace falta salir de un hoyo con el birdie bajo el brazo para regalarle la bola a un niño. Yo no digo que esto le haga mejor jugador de golf, sólo digo que me gusta y que es algo así como un soplo de aire fresco.

Hay más: son edificantes los análisis que hace (por ejemplo, ante la prensa) de su juego: si las cosas no han ido bien no hay paños calientes, al pan, pan, y al vino, vino. Además, 'disecciona' con habilidad y se moja.

También me pareció llamativo su proceder en el Seve Trophy. Hace equipo y transmite al grupo su alegría y competitividad. A la larga, todavía es muy joven, será hombre Ryder. Al tiempo. 

Para acabar: tiene la cabeza bien amueblada. Sabe dónde está y lo que quiere. Es realista y, según parece, se muere de ganas por seguir aprendiendo y evolucionando.