Inicio Noticias La Cantera Scott Fernández, un Luke Donald en el corazón de Sierra Nevada

Scott Fernández, un Luke Donald en el corazón de Sierra Nevada

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Apenas tenía once años cuando tuvo que tomar la primera decisión importante de su vida. Era un niño entonces y, lógicamente, ignoraba las consecuencias de aquello.

Sin embargo ahora, diez años después, es plenamente consciente de que aquel momento marcó su carrera. Se acercaba el fin de semana y su enorme y precoz talento había llamado la atención de los equipos nacionales de esquí y de golf. El primero lo reclamaba para el Campeonato de Europa y el segundo para una concentración con los mejores de España. Scott Fernández (3-agosto-1992, Monachil, Granada) dijo golf y hoy es la principal referencia amateur de nuestro país según el ránking mundial.

Atiende la llamada de Ten-Golf desde Iowa State, la universidad donde cursa estudios de márketing a la vez que se prepara para el golf profesional bajo la atenta y maestra batuta de su ‘head coach’, Andrew Tank. Acaba de terminar el primer torneo de la temporada, el Gopher Invitational. “No ha ido mal, estamos empezando y ha sido una buena toma de contacto. Hay mucha gente nueva, así que tenemos que ir poco a poco”, asegura tranquilo. Les presentamos a Scott Fernández, 16º mejor jugador amateur del mundo, miembro de la última Palmer Cup y uno de los universitarios más destacados de Estados Unidos.


Sus inicios en el golf…
“Me introdujo mi padre cuando apenas tenía 3-4 años. Él nunca ha sido profesional de golf ni nada parecido, pero le encantaba, era su hobbie y yo le acompañaba. Cuando ya no quedaba nadie en el campo de prácticas, yo seguía con mi cubo de bolas. Era lo que más me gustaba. No paraba. Jugábamos en el Granada Club de Golf, en Las Gabias”.


La decisión que marcó su vida deportiva…
“Mi padre es profesor de esquí (Fermín Fernández, reputado entrenador por cuyas manos han pasado, entre otras, María José Rienda) y le encanta el golf, así que yo esquiaba y jugaba al golf. Las dos cosas se me daban bien. Con once años coincidió que me llamaron al mismo tiempo para un Campeonato de Europa de esquí y una concentración de la Federación Española de golf juvenil. Decidí golf y fue definitivo. Me vieron jugar, me conocieron y ya empecé a formar parte de los equipos nacionales. El siguiente paso fue la Blume y después el salto a Estados Unidos a la Universidad de Iowa State”.


Criado en el corazón de Sierra Nevada y con un padre profesor de esquí apostó por el golf…
“No fue una decisión difícil. A mi padre le encanta el golf y nunca influyó en mí para una cosa u otra. Él conoce muy bien el esquí y sabe que es un deporte muy duro, con mucho viaje y poca recompensa, así que también está muy feliz con la decisión que tomé”.


Nacido en Granada, de apellido Fernández y nombre Scott…
“Mi padre es español y mi madre (Julie) es inglesa, de las East Midlands, muy cerca de Birmingham, de ahí lo de Scott. Soy bilingüe. Con mi madre habló en inglés y con mi padre en español, así que está muy bien”.


El salto a Estados Unidos…
“No lo tenía claro cuando estaba en la Blume. No sabía si quedarme en Madrid o acudir a alguna universidad americana. Fue un amigo quien me abrió los ojos y me terminó de convencer. Allí jugarás con los mejores y tienen más facilidades para estudiar y practicar un deporte al más alto nivel. Me habló de Rickie Fowler y al final no me lo pensé”.


Por qué Iowa State…
“Me decidí tarde y ya había muchas universidades que tenían su equipo de golf cerrado. En Iowa estaba otro español, Borja Virto, y habló de mí con el entrenador (Andrew Tank), me recomendó, le dijo que jugaba en los equipos nacionales y que encajaría muy bien. Después hablé yo con Tank y me terminó de convencer. Fue una conversación muy agradable, estimulante, me dijo que me ayudaría a ser uno de los mejores del mundo, a conseguir mis sueños, me motivó mucho. Y aquí estoy, encantado. Cuando llegué sólo había visto la universidad por internet. Fue un acierto”.


Dos millones de dólares en una cancha de prácticas indoor…
“Iowa está en el medio oeste americano. Es muy llano, plagado de campos de maíz y con un clima extremo. En invierno se alcanzan los veinte grados bajo cero y en verano se llega a 40. Entre noviembre y febrero no se puede jugar, así que necesitamos instalaciones cubiertas. Eso funciona aquí de maravilla. Ahora mismo acaban de invertir dos millones de dólares en un chipping green indoor y una cancha de prácticas de unos 400 metros con nueve greenes. Además, de vez en cuando, para practicar los tiros de 30-40 metros, nos vamos al campo cubierto de fútbol americano y allí tiramos a encestar a unos cubos de basura. Ayuda a la imaginación”.


Su formación como golfista…
“Desde pequeño he entrenado en Granada con Rafael La Chica. Lo sabe todo de mí. Cuando tengo alguna duda y estoy hecho un lío, lo llamo por teléfono y siempre me lo resuelve. También he trabajado con Salva Luna en la Blume y ahora con Andrew Tank”.


Planes de futuro…
“Sólo tienes cuatro años para jugar en la Liga universitaria y yo llevo dos, así que mi idea es llegar hasta mayo de 2015, acabar mis estudios de márketing y en ese verano pasarme a profesional, cuando termine los campeonatos con los equipos nacionales. Pero vamos, aún queda mucho para eso”.


Su juego…
“Mi punto fuerte es el juego de tee a green, el drive y los hierros largos y medios. Soy medio largo, si lo comparo con otros universitarios y con las estadísticas del PGA Tour y el European Tour. Tengo una velocidad de bola alta y una buena velocidad de swing. Mi media de distancia con el drive es de 290 yardas de vuelo. Trabajo mucho el juego corto y diría que mi punto flaco es el putter, aunque eso sí, siempre clásico, grip clásico y putter corto, nada de belly putter o escoba”.


Pensar con la mentalidad de un jugador profesional…
“Quiero volver a representar a Europa en la Palmer Cup y jugar bien los torneos universitarios, ganar algún título más y mantener un buen ránking. Aunque lo más importante es mejorar. Mi gran objetivo este año es trabajar mucho la parte mental, quiero ganar experiencia, aprender a saber manejar las situaciones que se van presentando… En el fondo, quiero afrontar cada golpe con la mentalidad de un jugador profesional, pensando lo que haría si estuviera en un torneo del Circuito Europeo o del PGA Tour”.


Sus referentes…
“Siempre he dicho que Luke Donald es el jugador que más me gusta, por su consistencia y por su nobleza. Me encanta su actitud en el campo y creo que me parezco un poco. Yo no soy de sacar el puño tipo Tiger cuando hago un birdie, lo celebro, sí, pero más sereno. Me identifico con Donald y después admiro la habilidad de Miguel Ángel Jiménez y lo que hace con 49 años y la clase de Tiger”.

Scott Fernández suma ya dos victorias en Estados Unidos, disputó la última Palmer Cup, donde conquistó uno punto y medio y acabó tercero en el último Campeonato de Europa Individual. Su principal virtud es la consistencia y regularidad. Acumula muchísimos top 5 en su carrera. Un valor seguro para el futuro del golf español.