Al igual que el resto de deportes con gran afluencia de aficionados y repercusión mediática, durante las últimas décadas los patrocinadores se han vuelto omnipresentes, produciendo una transformación notable en el golf. Lejos quedan aquellos días en los que este deporte estaba asociado exclusivamente a firmas y marcas tradicionales, especialmente las relacionadas con la ropa deportiva o con el equipamiento requerido para este juego.
En la actualidad, el “deporte de los greenes” al ir ganando autoridad en los entornos deportivos, la aparición de grandes deportistas y el aumento en el número de seguidores, ha conseguido que las más variadas industrias estén interesadas en patrocinar torneos y golfistas para aprovechar esta visibilidad creciente.
La variedad de patrocinadores ha ido evolucionando con los tiempos, reflejando tendencias comerciales, sociales y económicas. Sin dejar de lado a las marcas de ropa deportiva, las empresas tecnológicas, las entidades financieras, las firmas de seguros y, sobre todo, las casas de apuestas, están interviniendo incisivamente para que sus marcas se relacionen de algún modo con la estética y el glamour del que es representativo el golf.
Las casas de apuestas, los últimos patrocinadores
Siendo una de las últimas industrias que ha llegado para promocionarse mediante los eventos de golf, ha sido la que ha presentado un desarrollo más notable en la evolución de los patrocinios. Una entrada que ha sido difícil por la regulación que durante años han prevalecido en numerosos países, limitando su presencia en los campeonatos. En la actualidad, y con la legalización que se está llevando a cabo en este sector, las casas de apuestas que aceptan Paypal o cualquier otro sistema de pago regulado y, además, cumplen con las normativas legales de cada país, se han vuelto patrocinadores muy importantes en el mundo del golf.
Este entorno productivo ha sabido adaptarse y desarrollarse como ningún otro, ya que además de patrocinar torneos y colaborar con asociaciones de golf, presentan una revolucionaria fórmula para que los seguidores de este deporte puedan interactuar más directamente con él. Gracias a las plataformas online y a las aplicaciones móviles, cualquier aficionado podrá ejecutar una inmersión total con el juego a través de apuestas en tiempo real durante los torneos, añadiendo mucha más emoción al golf.
El lujo y la tecnología, la combinación de los deseos del siglo XXI
Un poco antes de la llegada de las casas de apuestas al golf, en los primeros años del siglo XXI, el patrocinio de este deporte sufriría una diversificación en cuanto a empresas e industrias interesadas en patrocinar su marca, uniéndose al concepto que rodea a este deporte, considerado como una práctica habitual entre la gente pudiente. La idea era reflejar cambios de tendencia y consumo en el estilo de vida que representaba el “deporte de los fairways”.
Marcas de lujo relacionadas con la relojería ocuparon posiciones para patrocinar estos eventos, las más destacadas fueron Omega, Bentley y muy especialmente Rolex, que ha patrocinado un sinfín de torneos de prestigio y establecido contratos millonarios con los mejores golfistas del mundo. El éxito comercial en este tipo de patrocinios no estaba basado solo y exclusivamente en la visibilidad que proporcionaban y en su relación con el prestigio económico, sino también en una conexión emocional con una audiencia que cree y desea mejorar su calidad de vida y alcanzar el nivel que estos productos proyectan.
Del mismo modo, la tecnología se fue introduciendo para desempeñar un rol también de gran importancia en los patrocinios. Marcas como IBM, Salesforce, SAP se fueron integrando en este entorno patrocinando torneos y jugadores, ya que veían una oportunidad excepcional para mostrar sus productos y soluciones tecnológicas a empresarios influyentes.
Las entidades financieras y aseguradoras, el sector que redefinió el patrocinio en el golf
Posiblemente, el momento más importante en la evolución de los patrocinios en el golf fue la llegada del sector financiero en la década de 1990. Esta entrada de grandes bancos internacionales, como Barclays, UNS, HSBC, así como aseguradoras tan emblemáticas, como Zurich y AIG, se adelantaron al resto de industrias, previendo que se trataba de un deporte ideal para usarlo como plataforma para clientes de alto perfil.
Un ejemplo reciente se puede apreciar en los tratos ejecutados por representantes del PGA Tour y el Fondo de Inversión Pública Saudí. El objetivo de estas cooperaciones no es otro que el de aumentar la visibilidad global y conectar de forma directa con un tipo de público exclusivo. Y es que, el golf, mantiene una imagen elitista que se alinea a la perfección con aquellas marcas que desean proyectar éxito, seguridad financiera, prestigio…
Desde la perspectiva del golf
Por otro lado, el golf y organizadores como el PGA Tour han sabido utilizar y aprovechar al máximo esta imagen de deporte de élite para atraer marcas, firmas, todo tipo de patrocinadores que quieren establecerse en el mercado del lujo y el éxito. Y, aunque sea un deporte que ha ido reflejando cambios que se han venido produciendo en la economía global y las preferencias del consumidor, en la actualidad, se aferra a este lado representativo del glamour, del bienestar y de la seguridad económica, sin dar de lado el aspecto lúdico, reforzado con la llegada de las casas de apuestas.