Pablo Gana el Open de Francia y eclipsa a pesos pesados como Montgomerie o Westwood
Pablo Larrazábal acaba de ganar el Open de Francia, uno de los torneos de más solera (más de cien años lo contemplan) e importancia del panorama del golf mundial. Creannos: no existen adjetivos suficientes para describir lo que ha hecho este barcelonés de 25 años en los últimos siete días: se metía en el Abierto francés a través de la previa que se jugaba el pasado lunes en Chantilly (dos vueltas de 18 hoyos en un día en las que hizo 68 y 68, ganando de calle), y después lideraba el Open de Francia en el Golf National desde el primer suspiro, en cabeza de jueves a domingo. Un pelotazo.
Esto es, sencillamente, na maravilla, mucho más que un soplo de aire fresco, una gozada, un subidón de adrenalina cuando tan solo quedan unos minutos, como quien dice, para que comience la final de la Eurocopa de fútbol entre España y Alemania… Echen un vistazo, por favor al palmarés del Open de Francia: lo ha ganado desde Walter Hagen a Roberto de Vicenzo, pasando por Severiano, Olazábal y un sinfín de nombres legendarios.
Pablo ya venía jugando muy bien este año, el de su estreno en el circuito europeo, pero le faltaba rematar los fines de semana. Pues bien que lo ha hecho, siendo el mejor de todos los aspirantes el sábado y el domingo: dos tarjetas de 67 de gran campeón, al alcance de casi nadie en un campo como el Golf National.
Su victoria cobra aún mayor dimensión por el peso y la calidad de los jugadores que han estado hasta el final tratando de hacerle tropezar: Montgomerie, Westwood, Hansen… Y otros que se quedaron por el camino en una cita de gran nivel.
