Se me ocurren pocas reflexiones más injustas que aquella que dice lo siguiente: “Si no te gusta el juego, no tiene sentido ir a Las Vegas…”.
¡Qué gran error! La frase cobra aún menos sentido si eres un amante del golf.
Hay poca gente que sepa que en Las Vegas y sus alrededores hay más de 70 campos. Y ¡qué campos!… auténticas obras de arte.
De todos los campos, destacamos dos:
– Shadow Creek: Sin duda, la gran estrella de los campos de la ciudad del pecado. En 1990, el magnate de los casinos Steve Wynn encargó al mejor diseñador del momento, Tom Fazio, la construcción del campo más espectacular del mundo. ¡Invirtió la friolera de 2 millones de dólares en cada hoyo! El resultado fue espectacular… Fazio hizo un auténtico milagro…Hundió completamente la finca totalmente plana del desierto y construyó paredes arboladas que hacen que durante el recorrido no veas ni un centímetro de desierto. Crea la sensación de estar jugando en Carolina del Norte. Shadow Creek acogió el año pasado el match Tiger-Mickelson celebrado durante el Black Friday y que reportó 10 millones de dólares al zurdo de oro.
– Wolf Creek: Uno de esos campos que te dejan con la boca abierta… De hecho, se puede encontrar en el juego Tiger Woods de la Play Station. Casi todas las salidas de este increíble recorrido son en alto y tienen 360º de espectaculares vistas del desierto de Nevada. Está construido entre pequeños cañones y abundan las cascadas y los riachuelos dándole una visión maravillosa.
Pero, como ya hemos adelantado, no todo es golf en Las Vegas. Es un paraíso de experiencias, un parque de atracciones de adultos perfecto para combinar con el golf. Por ejemplo, puedes disfrutar de espectáculos grandiosos como ver a Celine Dion en directo, al conocido mago David Copperfield, a más de 100 artistas creando una obra de teatro dentro de una piscina y dirigida por el creador del Circo del Sol y otras más de cinco obras del Cirque Du Soleil donde escoger… Si lo tuyo no son los espectáculos, también puedes revivir tu amor casándote en las Vegas de la mano de Elvis, visitar dos grandísimos outlets con tus firmas favoritas o sentirte como un auténtico policía en las casas de tiro donde te vienen a buscar en un vehículo de guerra hasta el hotel.
Por último, no te olvides de ver una de las maravillas del mundo: sobrevolar el Gran Cañón del Colorado en helicóptero. Te dejará una imagen eterna en la memoria.
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