No pudo ser. Luke Donald no acabó entre los ocho primeros en Hilton Head y cedió por tanto el bastón de mando del golf mundial a Rory McIlroy. El inglés finalizó con una vuelta de par y un total de +2, puesto 37º, a seis impactos del objetivo. No es la primera vez que Donald pierde el Número 1, así que tampoco iba a montar un drama…
Ya cedió el primer puesto cuando McIlroy ganó el Honda Classic hace poco más de un mes y tardó sólo dos semanas en recuperarlo. Así que su plan de actuación no cambia. “Siempre he dicho que motiva ser el Número 1, pero en realidad el gran objetivo cada semana es ganar torneos. Si consigo hacer realidad ese objetivo, el otro vendrá solo”, señala.
El Masters de Augusta ha pasado factura a sus grandes favoritos. Es un torneo que desgasta y se nota. La mayoría de los jugadores que llegaron al primer major de la temporada entre los veinte primeros del mundo, han decidido descansar esta semana. En el RBC Heritage sólo había cuatro y Donald fue el mejor. Simpson acabó con +4, Kuchar hizo +3 y Bill Haas no pasó el corte.
Sea como fuere, siempre nos quedará Louis Oosthuizen. Es cierto que no llegó entre los veinte primeros del mundo al Masters, pero peleó por la victoria hasta el último aliento, se metió entre pecho y espalda un viaje de más de 30 horas y ganó en Malasia bastante menos de siete días después de perder el desempate con Bubba Watson. Teorías para todos los gustos.
