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El ganador del British de 1967 falleció hoy a los 94 años de edad en Ranelagh

Muere Roberto de Vicenzo, leyenda del golf argentino

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Roberto de Vicenzo
Roberto de Vicenzo

Roberto de Vicenzo, el mejor golfista argentino de todos los tiempos, falleció hoy a los 94 años de edad en Ranelagh, al sur de Buenos Aires, como consecuencia de un accidente doméstico sufrido en su domicilio el pasado mes de marzo en el que se fracturó una cadera y del que no logró recuperarse.

De Vicenzo nació un 14 de abril de 1923 en Chilavert, un famoso barrio de Villa Ballester en la provincia de Buenos Aires. Aunque cuando apenas tenía dos años de edad su familia se trasladó a Villa Pueyrredón, donde vivió hasta los 17 años. Su pasión por el golf comenzó desde muy pequeño, cuando cruzaba hacia Miguelete desde la escuela Domingo Sarmiento en la que estudiaba para buscar las bolas que caían a la laguna desde el Club Deportivo Central Argentino.

Siguiendo el ejemplo de sus hermanos, comenzó a ejercer de caddie hasta que en octubre de 1938, con apenas 15 años, disputó su primer torneo, el Abierto de Ituzaingó. Aunque no logró pasar el corte, ahí comenzó a forjarse una leyenda del golf argentino que compitió ininterrumpidamente hasta 1996, con 73 años de edad.

En su inmenso palmarés destacan, sobre todo, el British Open de 1967, en el que se impuso por dos golpes de ventaja sobre Jack Nicklaus; sus tres triunfos en el PGA Tour (Colonial Invitational de 1957, Dallas Open Invitational de 1966 y Houston Champions Internacional de 1968); la Copa Mundial de 1953 en Canadá; y otras tres victorias en el Senior PGA Tour (Senior PGA Championship de 1974, US Senior Open de 1980 y Merrill Lynch Golf Digest Pro-Am de 1984). En total, Roberto de Vicenzo ganó 230 torneos en todo el mundo

Fue nombrado miembro honorario del Saint Andrews Golf Club, la cuna del golf, recibió en 1970 el premio Bob Jones, máxima distinción de la USGA, y en 1989 su nombre fue inscrito en el World Golf Hall of Fame, junto a las mayores leyendas de la historia de este deporte.

Compitiendo durante cinco décadas por todo el mundo, su vida está plagada de anécdotas de todo tipo. Como cuando en 1950 lo invitaron a viajar a Europa en un antiguo barco de guerra y decidió invitar a Antonio Cerdá, Eduardo Blasi y Ricardo Rossi. Los motivos los explicó años después en una entrevista con el diario Clarín: «Es que si me ahogaba, por lo menos mis rivales venían conmigo».

En 1967, cuando ganó el British, se alojó en la casa de Roy Smith. En un arrebato de optimismo, De Vicenzo le sugirió que apostara por su victoria en el torneo. Smith lo hizo: 100 libras con una cuota de 70 contra uno. Roberto, contra todo pronóstico, se impuso en el Royal Liverpool ganando 5.800 dólares de premio. Su amigo, sin necesidad siquiera de moverse del sofá, se embolsó 7.000 libras… Curioso.

Aunque no todas las anécdotas en la vida de Roberto de Vicenzo fueron divertidas. En el recuerdo queda el Masters de Augusta de 1968, en el que por error firmó una tarjeta que le sumaba un golpe más de los que en realidad había hecho. El error fue de Tommy Aaron, compañero de partido, que le sumó cuatro golpes en el hoyo 17 en vez de los tres para birdie que realmente había hecho. «Me quedé en el molde», dijo Roberto cuando se enteró de que se había quedad a un solo golpe del ganador, Bob Goalby… Descanse en paz, Don Roberto.