El PGA Tour anunció ayer en la antesala del Greenbrier Classic que se adhiere a la decisión adoptada por la USGA y el Royal & Ancient y que, por tanto, también prohibirá el anclaje del palo al cuerpo a partir de enero de 2016.
Era la decisión más esperada, la lógica, la menos cruenta, pero había que esperar a que fuera oficial. El comisionado del PGA Tour, Tim Finchem, que en su día se mostró contrario a esta medida y que incluso dejó caer que el circuito americano podría adoptar su propia decisión, aseguró ayer que adoptarán la prohibición con el objetivo de que “sólo haya unas normas universales para todos los grandes circuitos y evitar así confusión”. No habrá cisma.
Eso sí, Finchem aprovechó para solicitar a los ‘guardianes de las reglas’ que esta norma no sea aplicable para los amateurs o, al menos, que se introduzca en un plazo mucho mayor de tiempo, con la idea de proteger fundamentalmente a los fabricantes de putters largos.
Habrá que ver qué deciden hacer los profesionales del PGA Tour. Hay que recordar que prácticamente un 20 por ciento de ellos usa el putter largo anclado al cuerpo y que muchos habían puesto el asunto en manos de un bufete de abogados de Boston.
