El hoyo 9 de Pula Golf que jugó Pablo Martín en la primera jornada del Mallorca Classic (era el último de su vuelta) podría resultar un cruel resumen del rendimiento del malagueño en los últimos torneos…
Pablo, cuyo talento es indiscutible y del que se esperan grandes resultados en un futuro que es casi presente, no termina de 'ajustar' su juego, aunque todo se andará.
En este hoyo, que normalmente se juega como par 5 y en este torneo se juega como par 4 de 450 metros, no es ninguna perita en dulce (sin duda, uno de los más complicados del campo: este jueves ha sido el tercero más difícil a tenor de los resultados obtenidos).
Pablo pegó un drive potente pero desviado a la izquierda (por cierto, la bola estuvo cerca de alcanzar a Víctor García, padre de Sergio…), y la bola quedó medio asentada entre la linde de un camino de cemento y la hierba. Desde ahí, Pablo no tenía ángulo de tiro a green. Podía sacarla tranquilamente a calle o jugar un arriesgado tiro ciego a green, levantando la bola por encima de unos árboles muy altos y pegándola, no nos olvidemos, casi desde el cemento (el detalle se puede observar en la fotografía).
La distancia a green era más que considerable… Después de pensárselo tomó su hierro 5 y pegó con determinación… La bola quedó justo a la altura de bandera, aunque fuera del green. Un golpazo impresionante.
Desde ahí, el malagueño no pudo sacarla a la primera del rough (un salto de rana traicionero…), pero sí a la segunda, dejándola casi dada.
Pablo finalizó con +2, mezclando golpes majestuosos en todas las parcelas del juego, con algunos errores de bulto. Hay quien piensa que el cambio de palos (siempre fue jugador de Ping hasta que firmó este verano con Nike) tiene algo que ver con esa cierta inestabilidad.
En todo caso, él cree que el proceso de adaptación ya ha pasado y se siente cómodo con el nuevo material, aunque es cierto que sigue haciendo pruebas (por ejemplo, con los distintos tipos de bolas). Sencillamente, anda reorganizando su juego, su 'status'…
Por ejemplo, aún tiene que pormenorizar su calendario de 2008. De entrada, acudirá la semana que viene al Volvo Masters como espectador de lujo y luego va a jugar el HSBC en Shanghai; luego se marcha a Estados Unidos para tratar de ganarse la tarjeta del PGA Tour en la Escuela. Si la consigue, su plan es compaginar el circuito europeo y el americano, muy al estilo de lo que hace Sergio García.