Sergio García llega en un momento espléndido al British. ¿Es suficiente para asegurar una victoria o, acaso, una notable comparecencia en el ‘major’ entre los ‘majors’? Todos sabemos que eso nunca debe afirmarse rotundamente cuando se trata de golf. Pero también que este ‘Niño’ es fiable y regular como casi nadie. García anda controlando su juego desde el ‘draw’ y cuando eso sucede…
Una aclaración conveniente: será ésta la última vez que apodemos Niño a Sergio. Fin. Se acabó. Ocurre que ya no lo es. Lo lleva dentro (¿y quién no, si pretende sentirse vivo?), pero se ha hecho un buen mozo.
Hace justo un año TenGolf hablaba también con Sergio García en la semana del British. La situación era muy distinta: estaba algo alicaído, tocado (no hundido…), incómodo con su juego… Doce meses después vuelve a atendernos amablemente en la semana del British y, para empezar, así recuerda aquellas sensaciones:
-Es cierto, estaba mal. No me salían las cosas. Trabajaba y trabajaba y no obtenía los resultados que quería, llevaba ya mucho tiempo sin ganar.
Sin embargo, luego estuviste muy cerca de la victoria. Y pensamos: hay que ver cómo nos ha engañado Sergio… ¿Qué pasó esa semana en Carnoustie? ¿Cómo te las arreglaste para darle la vuelta a la tortilla, aunque al final se escapara el triunfo?
-Bueno, a ver cómo lo explico. Yo siento que controlo mi juego cuando soy capaz de pegar con confianza jugando al ‘draw’ (golpe controlado de derecha a izquierda); cuando tengo esa sensación real noto que puedo controlar todos los golpes, al draw y al fade, noto que puedo hacer el golpe que necesite. Y en aquel momento no tenía ese control. Así que me las arreglé como pude dándolas todas al ‘fade’ (golpe controlado de izquierda a derecha), las cosas fueron saliendo y yo fui ganando confianza. Y, sobre todo, pateé muy bien, que es lo importante al final.
¿Cómo te ves ahora?
-Pues, sinceramente, le estoy pegando mucho mejor a la bola ahora mismo que el año pasado. Luego sera lo que sea, pero es así…