Antes de viajar a Tenerife, Sergio García hizo una escala en Gran Canaria donde impartió un curso de golf adaptado a los 32 alumnos discapacitados que habitualmente asisten a clases en el Real Club de Golf de Las Palmas y en Maspalomas.
El recibimiento y acogida a Sergio en el Real Club de Golf de Las Palmas fue impresionante. Allí le esperaban, además de los alumnos y profesionales de golf, los socios del Club (institución que data del 1891), sus hijos –que aprovecharon la ocasión para hacer novillos-, un nutrido grupo de la Asociación Síndrome de Down de Gran Canaria -muy interesados en comenzar las clases de golf-, todos los medios de comunicación de la Isla y muchísimas personas que quisieron compartir un rato con el campeón.
Después de impartir la clase de golf firmó guantes, fotos, pósters, polos, camisetas, bolsas…, se hizo miles de fotos con todos los que se lo pidieron y a continuación atendió a los medios de comunicación.
Sergio García: “Gran Canaria es para mí un lugar especial, aquí gané el Open de España 2002 en El Cortijo, y jugué varias veces en el Real Club de Golf de Las Palmas siendo amateur. He venido para conocer a los alumnos que están aprendiendo golf adaptado y para apoyar y dar las gracias a María Silva y a Mónica Megías, que han organizado todo esto y están desarrollando una labor fantástica con el golf adaptado.
Creo que es importante que el golf llegue a las personas discapacitadas, es una forma muy buena de que se integren en la sociedad y les ayuda a relacionarse, creo y estoy convencido de que el golf les da la confianza que necesitan tan importante para su integración; dan un golpe y se crecen cuando se ven capaces de jugar al golf y es muy buena terapia.
Esta idea partió de mi familia, de mi madre, nos unimos a la Fundación Deporte y Desafío y este es el sexto año que vamos a trabajar juntos en los cursos de golf adaptado. Yo estoy muy contento, creo que es algo que hay que hacer, me siento un afortunado con lo que me ha dado la vida y esta es mi manera de devolverlo, ver las caras de los alumnos y cómo disfrutan es para mí la mejor recompensa”.
