Todo va a estar en contra del equipo europeo a partir del próximo día 15 de septiembre en Valhalla…
La Ryder Cup comienza a ser una cuestión de honor para los americanos y ya sabemos cómo se las gastan cuando el himno y la bandera están de por medio.
Se espera un ambiente hostil, parecido a esas grandes noches europeas de fútbol en las que el equipo de casa tiene que remontar. Son tres derrotas consecutivas, cuatro de las cinco últimas, siete de las diez más recientes sin triunfo norteamericano… Datos y más datos más que suficientes para motivar a cualquiera. Sin embargo, Europa tiene algo a su favor: los números.
No dejan de ser meros datos estadísticos, pero estaría bien que los jugadores europeos los almacenen en su cabeza para cuando la cosa pinte en bastos.
De los 12 jugadores que forman el equipo USA seis son rookies. Sólo Mickelson, Furyk, Campbell, Leonard, Perry y Cink saben lo que significa jugar una Ryder y ninguno de ellos, repetimos, ninguno de ellos tiene un balance positivo en esta competición. Nadie en el equipo americano ha ganado más puntos de los que ha empatado o perdido. El balance de Mickelson de victorias-derrotas-empates es 9-12-4, mientras que Furyk tiene 6-12-2, Perry tiene 0-2-0, Cink acumula 3-5-4, Campbell posee 1-3-2 y Leonard un terrible 0-3-5. Así las cosas, el balance del equipo USA de Valhalla es: De 73 puntos disputados, han ganado 19, han empatado 17 y han perdido 37.
Vámonos al equipo europeo. La diferencia, ya les avanzamos, es abismal…
Para empezar, el conjunto del viejo continente tiene algo más de experiencia. Sólo hay cuatro rookies por ocho jugadores que, además de jugar la Ryder, están curtidos en mil batallas. El balance de los europeos es sencillamente extraordinario: de los 80 puntos que han disputado todos los miembros del equipo, han ganado más de la mitad, 41, han perdido 27 y han empatado 12.
Los desglosamos: Sergio García y Lee Westwood son los grandes responsables de estos extraordinarios registros. El español presenta el siguiente balance: 14-4-2. Alucinante. Y el inglés tiene 14-8-3. Fantástico. Otro jugador con balance favorable es una de las elecciones del capitán: Paul Casey: 3-1-2; después hay jugadores que lo tienen igualado, como Stenson, 1-1-1 y Poulter: 1-1-0; y hay otros con balance desfavorable, aunque no es excesivo: Harrington que, quizás no ha sumado tantas victorias como se espera de él, tiene 7-8-2. Algo parecido le pasa a otro fajador nato: Miguel Ángel Jiménez. Sus números son 1-3-0. El único que no ha sumado, de momento, ningún punto en la Ryder es Karlsson: 0-1-2.
Ya lo ven, sólo son números, pero invitan a la esperanza europea. ¿No creen?
