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«Tiger es mi ídolo»

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Ten-Golf charló tranquilamente con Miguel Ángel Jiménez durante la semana del Open de España. Hoy, el malagueño se encuentra en Sawgrass para ver si hace una de las suyas en el The Players…

La conversación, en todo caso, tocó también otros palos que no siempre eran los de su bolsa…

La temporada de 1988, hace veinte años, es la primera en la que el nombre de Miguel Ángel Jiménez aparece ‘registrado’ en la lista de ganancias del circuito europeo. Él era profesional desde 1982 (se hizo pro con 18 años…) y aquel lejano 1988 pudo jugar al fin algún torneo del European Tour, si bien no fue hasta finales de año cuando se sacó la tarjeta de pleno derecho.

¿Sabe cuánto ganó en 1988? Exáctamente 2.496 libras esterlinas…

 

Buff, no me acuerdo nada… Es toda una vida lo que ha pasado. Mucha lucha. Muchos recuerdos.

Ahora vemos a jóvenes arañándose la cara a las primeras de cambio, y no sólo en golf: la fama, el dinero y todo eso. Pero tu, por ejemplo, no ganaste tu primer torneo hasta cumplidos los 28 añitos…

Paciencia, paciencia. Esto es un proceso de aprendizaje muy largo y que no acaba. A veces juegas con gente al golf que… Siempre somos impacientes. Y hay que ir perfecionando, poco a poco, encontrando tu mejor juego. El golf es un juego de equilibrios: físico, mental, técnico… Y no es sencillo encontrarlo.

Habrá momentos bajos… ¿Te ha hecho llorar el golf en estos años?

Pues hombre, llorar, llorar…

¿No es Jiménez de llorar mucho?

Alguna frustración grande, sí. Llorar así, en un rincón, no… Hay una cosa que aprendí muy pronto y que parece muy sencilla pero no lo es. Y es que hay que asumir que en golf tienes dos posiblidades y las dos se pueden dar incluso en el mismo día: que entre la bola o que no entre. No hay más. Y tienes que asumirlo porque si no… Luego, llorar, pues sí, pero más por las emociones.

Tu representas la cara más amable del golf, no cabe duda. Pero, ¿hay algún Miguel al que mejor sea no preguntarle ni la hora?

Ese sale pocas veces por ahí. No merece la pena. No me gustar esta así, de mala uva.

Recuerdas si hubo un momento concreto, un hecho concreto que te hiciera pensar: "mira, es mejor ser así, tomarse las cosas con filosofía, mi golf, mi puro, mi cervecita"…

Poco a poco vas tomando esa determinación de ser así. Las cosas que te van ocurriendo te hacen aprender y tomas decisiones. Yo no le debo nada a nadie. Todo lo que he ganado, me lo he ganado yo y hace mucho tiempo que sé que la vida hay que disfrutarla en vida… Y si alguien se molesta, que mire para otro lado. A lo mejor alguien te puede decir, "hombre, lo del puro a lo mejor no es un buen ejemplo para un niño…" Pero yo pienso que lo que yo hago no hace daño a nadie y que ese niño tiene unos padres que tienen que educarlo.

¿Te ves a estas alturas ganando un grande?

Todavía le pego bien a la bola, así que… Pero ganar en golf es muy difícil y en un ‘major’, lo mismo, y además están los mejores. Pero la cuestión es encontrar esa semana el equilibrio bueno entre la parte física, mental, técnica… A lo mejor, incluso, es mejor estar en todo al ochenta por ciento y no en algo al cien por cien y en otra cosa al cincuenta… El equilibrio es la clave de este deporte.

¿No se está mecanizando demasiado el golf? ¿No te parece que a veces tenemos un exceso de información sobre cada paso del swing, y que la naturalidad se pierde?

Bueno, todo ayuda, aunque el ‘feeling’ es muy importante. Pero la técnica hay que cuidarla y aprender de aquí y de allá. Lo que pasa es que no hay que obsesionarse.

Un señor va y se sienta en una rueda de prensa y dice que el ‘Grand Slam’ es posible… ¿tu eres de los que piensan que Tiger se pasó tres pueblos, o sencillamente que los tiene muy bien puestos y que es valiente por decirlo?

A ver si nos damos cuenta de que el es el mejor jugador del mundo y ya está. Tiger es mi ídolo.

¿Y como persona? ¿Qué tal?

Además es un gran tipo.