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Un palo, una bola, un hoyo y una sonrisa desde los cinco años

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Mientras don Jesús echaba una partidita con algún amigo, una niña de cinco años descubría lo divertido que podía ser darle a una bola con un palo de golf por la calle de cualquier campo de Navarra. Esa niña jugó su primer campeonato de España a los ocho años en Huelva…

Con 15 años fue la jugadora más joven en disputar el British Open. Hoy, cuando apenas hace cuatro días que cumplió 17 años, sigue pasándolo pipa pegando bolazos. Eso sí, ya hay que empezar a llamarla de usted. Se trata de Carlota Ciganda, ganadora de todos los campeonatos de España de su edad y flamante campeona de España individual por segundo año consecutivo.

En su apretada agenda reserva un hueco para charlar con Ten-golf. Rebosa seguridad y confianza. Vamos, que Carlota lo tiene muy claro: «Juego para disfrutar y pasarlo bien y el día que sufra lo dejaré». Así se resume la filosofía de la jugadora más prometedora de España y a una de las que más brillante futuro se le augura en Europa.

No es fácil ser una deportista de elite y compaginarlo con los estudios. Va al colegio de lunes a jueves hasta las 14:30 horas. Lunes y miércoles, de 15:00 a 18:00 hace prácticas; martes y jueves de 16:00 a 18:00 toca físico; los viernes los tienes libres, pero siempre da alguna bola y los fines de semana los dedica más intensamente a entrenar. El resto del tiempo lo ocupa entre los estudios, las clases de inglés y su otra gran pasión: chatear. Intenta reservar una hora al día para hablar con todos sus amigos repartidos por el mundo. Viendo este calendario hay que agradecer especialmente a Carlota el tiempo que nos ha dedicado.

Tiene un talento especial para jugar al golf. Su padre, don Jesús, lo detectó pronto, pero sobre todo tiene una cabeza privilegiada, una madurez a prueba de bombas. Los títulos y los elogios no le quitan el sueño. «Es complicado llevar hacia adelante los estudios y el golf, pero lo primero es estudiar», señala. Cursa primero de Bachiller, el año que viene hará segundo y cuando termine decidirá si cruza el Atlántico y se marcha a hacer la carrera a Estados Unidos. «Lo primero que tengo que hacer es aprobar este año, después el año que viene y cuando termine tomaremos una decisión. Ir a Estados Unidos es una posibilidad que está ahí, pero aún no lo he decidido», explica…

La presión no forma parte de su diccionario. La clave está en la forma en que afronta todo. Muchos la señalan como una auténtica figura en el futuro, pero ni siquiera esto la altera. «No me fijo mucho en eso, lo único que pienso en es pasármelo genial con el golf y con mis amigas».

Su entrenador desde los ocho años es Rogelio Echevarría. Él ha moldeado una jugadora capaz de plantar cara con sólo 16 años a las mejores jugadores del circuito europeo (quedó octava en el pasado Open de España en Castellón). A la hora de hablar de su juego, Carlota asegura que «ahora le estoy pegando bastante bien al drive, bastante recta y me falta mejorar un poco el aproach y el putter». La fórmula la tiene clara: «echarle más horas al juego corto».

«Está claro que a todas nos gusta ganar y es muy bonito, pero no es lo único. Si no te salen bien las cosas, hay que tomárselo con tranquilidad, paciencia y pensar que te saldrá al día siguiente. Está claro que yo siempre intento hacerlo lo mejor posible en los campeonatos, pero si no sale, sólo queda seguir entrenando», explica. Esta forma de pensar viene de familia. No en vano, cuando se le pregunta por el mejor consejo que le han dado hasta el momento, Carlota no lo duda: «El que siempre me han dado mis padres: diviértete y pásalo bien».

No tiene mucho tiempo para ver golf y acudir a torneos como espectadora. Asegura que de niña veía más, pero tiene sus modelos claros a seguir: «En chicos me gusta mucho el juego de Sergio García y Tiger, que es el mejor de todos de largo. En chicas, me parece increíble el juego de Annika Sorestam, les lleva bastante diferencia a todas».

Seguro que habrá que seguir hablando y mucho de Carlota Ciganda. Es una estrella en ciernes y si encima se lo pasa bien en el campo…