Se trataba de darse una vuelta por el putting green de Pula Golf para ver cómo y de qué manera se preparan los profesionales para afrontar el 'stress' del golpe definitivo, el que decide quién gana y quién pierde los torneos… O las partidas entre amigos…
No es nuestro afán dar una clase, sino más bien mostrar algunos trucos que luego deberían cotejarse con un profesor. Eso sería lo más correcto, pero en todo caso, todos ellos resultan interesantes…
Por ejemplo, es curioso ver a Alexander Noren en el putting green con bolas que están pintadas de blanco y negro, una mitad de cada color. Se puede ver en la foto cómo las sitúa sobre la hierba y es evidente que el ejercicio revela los efectos indeseables que puede tomar la bola una vez golpeada… Cuando la bola se mantiene en movimiento dejando casi al milímetro un color a cada lado es que la cosa va bien: está girando sobre el eje en el que descansaba antes de echar a andar.
Tampoco está nada mal esa esterilla que utiliza Pablo Martín. Tiene las huellas de los pies marcadas sobre ella y sirve para mantener la posición correcta sobre la bola.
¿Y qué me dicen de esa otra alfombrilla con espejo que pone Graeme McDowell? Le ayuda, por ejemplo, a mantener los ojos justo encima de la bola.
Además, Oliver Fischer sitúa una varilla justo delante de la boca del hoyo cuando patea desde una distancia media-larga. Si la bola llega con la fuerza suficiente para superar la varilla (está situada justo en su parte más fina, la de menor diámetro) el inglés se muestra contento, si no es así, tuerce el gesto… Se trata de un ejercicio que ayuda a coger sensaciones para que la bola siempre llegue al agujero, para no quedarse corto.
Por último: no se pierdan otro ejercicio que realiza Pablo Martín. Se mete un palo a la altura de la hebilla del cinturón para sujetarlo pegado al esternón y con el grip del palo tocando prácticamente la punta de la nariz (ver foto). Esto le ayuda a no mover la cabeza cuando inicia y acaba el movimiento de péndulo para patear.
