Ayer por la tarde podía verse a Álvaro Quirós (PAR, tras entregar hoy una tarjeta de 74, dos arriba) en el putting green con Pepín Rivero y su caddie, Alistair, varias horas después de haber acabado su ronda…
Lleva toda la semana ‘temblando’ cada vez que pisa un green del Old Course… No está cómodo con el putter, no encuentra el modo de llegar al agujero.
“No estoy jugando nada mal. Hoy, por ejemplo, he pegado bastante bien al driver. Pero es que cada vez que estoy lejos del agujero en green, no sólo no hay manera de meterla, sino que además estoy tripateando demasiadas veces. Hoy han sido unas tres o cuatro…”, explicaba un sereno Quirós. “Además, las opciones que me he dejado de birdie tampoco las he metido, y alguna era bastante corta”.
Con semejante lastre de desconfianza en la bolsa, y ya más por desesperación que por otra cosa, Álvaro sacaba el hierro 4 en el green del hoyo 10. Han leído bien: el hierro 4 en el green. “Ni por esas la he dejado cerca… La verdad es que eso de sacar el hierro 4 para patear en un green me ha salido más por frustración que por otra cosa. Por desesperación”.
