Hay muy pocas voces más autorizadas que la de José María Olazábal para hablar sobre la Ryder Cup. El enorme jugador vasco, pareja de Severiano Ballesteros en el tándem más glorioso que ha dado la competición, y gran capitán de Europa en la inolvidable Ryder de Medinah, siempre está pendiente de lo que sucede en el gran enfrentamiento del golf mundial. Olazábal es un gran analista, un magnífico observador, templado, objetivo, con mucha experiencia. Hay que escucharlo. Cuando quedan 163 días para que arranque la cita de Hazeltine, Chema lanza un aviso a las huestes de Europa.
«Estamos en un momento de cambio», avanza. Aunque rápidamente matiza: «no me malinterpretéis, me refiero a un cambio generacional en Europa. Hay jugadores de cierta edad a los que les está costando meterse en el equipo y están viniendo con fuerza algunos jóvenes. Tiene pinta de que Europa va a ir a la Ryder con muchos rookies y enfrente tendremos a un equipo norteamericano muy motivado en el que las relaciones han cambiado. Ya no sólo decide la PGA, sino que se escucha a los jugadores, hay un comité de sabios, están haciendo muchas reuniones… Parece que el ambiente es cada vez mejor y que veremos un equipo americano más unido y motivado. No van a poner las cosas fáciles, eso está claro», asegura Olazábal.
El golfista español siempre está al quite para echar una mano a quien se lo pida. Sólo hay que pasarse un rato por la cancha de prácticas de cualquier torneo o por un putting green para verlo, sin embargo, cree que esta vez no estará como vicecapitán en la Ryder de Hazeltine. «No lo creo. Darren no me ha llamado y después tengo sentimientos encontrados, creo que esa sería la mejor manera de definirlo. Es una situación extraña, estás en el equipo, pero en una zona gris, no tomas decisiones importantes y no sabes realmente la importancia que tienes, así que no creo que esté en Hazeltine«, afirma.
