Inicio Ryder Cup El vestuario americano ya era un polvorín el sábado por la noche

El vestuario americano ya era un polvorín el sábado por la noche

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Poco a poco empiezan a salir a la luz algunas historias de lo que se vivió en el vestuario americano durante la semana de la Ryder Cup. La ESPN ha publicado una información reconstruyendo lo que ocurrió la noche del sábado, un relato que deja en muy buen lugar a Phil Mickelson y que señala a Tom Watson.

El artículo cita a cuatro fuentes diferentes y describe a un Mickelson asumiendo los galones de líder para levantar la moral de la tropa tras una dura intervención de Tom Watson. Según la ESPN, el capitán norteamericano calificó como apestosa la actuación de sus jugadores en el foursome (perdieron 3,5 a 0,5), se burló de un regalo que le hizo el equipo y ridiculizó a algunos jugadores europeos, no precisa quiénes ni cómo, mientras daba a conocer los enfrentamientos individuales. El regalo era una réplica de la Ryder Cup firmada por todos los jugadores y entregada por Jim Furyk, a lo que Watson comentó: “esta copa no significa nada para mí, la que tenéis que conseguir es la real mañana”. El comentario no sentó nada bien en el equipo.

Las citadas fuentes aseguran que la actuación de Watson aquella noche, lejos de animar al equipo, terminó por minar aún más su moral, razón por la que Mickelson decidió tomar la palabra para convencer a sus compañeros de que la remontada era posible. Habló con los jugadores uno a uno y aseguran algunos testigos que fueron unas palabras motivadoras e inspiradoras.

Esta es sólo la primera de las historias que se filtran de lo que ocurrió en la Ryder, una versión de la reunión del sábado. Habrá más historias y habrá que escuchar todas las versiones para componer un mapa más ajustado de lo que ocurrió en Gleneagles. En cualquier caso, lo que sí parece evidente es que el vestuario americano era un polvorín y que la química entre los jugadores y el capitán Watson parece que fue inexistente.