La Ryder ya está lanzada con la jornada matutina de foursomes finalizada. De momento, el equipo norteamericano ya ha dicho aquí estoy yo…
El resultado, 3-1, es todo un espaldarazo, si bien la igualdad ha sido la nota dominante, no nos olvidemos tampoco de ello, porque hasta tres partidos han llegado hasta el hoyo 18, todo un hito.
Antes de nada, vamos a mojarnos.
Lo primero: nos ha parecido un gran acierto de Nick Faldo emparejar a Sergio García con Lee Westwood. Lo que ha funcionado, no lo toques. Y aunque la cuestión parece de pura lógica, sin embargo un capitán podía caer en la tentación de repartir las fuerzas. A nuestro entender, Faldo ha entendido perfectamente que Sergio juega su quinta Ryder, sí, pero que es ésta donde realmente siente más la presión del gran líder; y algo parecido ocurría con Westwood. Así que era mejor tratar de 'asegurar' el rendimiento de ambos manejándolos en 'territorios' conocidos.
En segundo lugar: no parecía tan excelente la pareja Casey-Stenson. A toro pasado es mucho más sencillo, por supuesto… ¿Pero no echaban ustedes de menos el equilibrio? El inglés y el sueco pueden ser dos máquinas, pero también son jugadores que en momentos de duda pierden demasiada solidez, y mucho más jugando en modalidad foursome. Si a eso le unimos que Stenson no pasa por su mejor momento de juego… Error de Faldo.
A nuestro entender, también era arriesgado poner a Rose en los foursomes. Sencillamente porque no está con la confianza que requiere, incluso, su excelso golpeo de bola. De hecho, Justin Rose ha hecho agua por todos lados en la recta final de la jornada matutina. Cuando la presión aprieta, las fisuras pueden hacerse grietas.
Más apreciaciones: Azinger ha entendido que la fuerza debe ser la unión del equipo. De momento, hoy ya van a jugar los doce componentes de la escuadra americana…
Sergio y Westwood sacaron medio punto muy importante in extremis, llegando al tee del hoyo 17 dormie y ganando los dos últimos. El gesto del inglés y el español en el green del 18 era significativo: ambos se pasaban la mano por la frente escenificando el modo en que se quitaban de encima ese sudor frío, para fundirse después en un abrazo. García, sin habernos mostrado lo mejor de su juego, anduvo sereno y salvó su particular curriculum en foursomes, modalidad en la que suma ya 8,5 puntos de nueve posibles. A ver qué pasa por la tarde, pero la leyenda sigue viva. Los aficionados americanos aún no daban crédito a la remontada de esta pareja, en la que Kenny Perry echaba una pequeña mano yéndose al agua en el 18.
Las estadísticas y buena parte de los análisis sólo son de verdad importantes en el largo plazo.Un ejemplo: aparentemente, ni Chad Campbell ni Hunter Mahan estaban llamados a llevar el peso de su pareja esta mañana en Valhalla (uno junto a Cink, el otro con Leonard) y sin embargo ellos fueron la mecha y el explosivo. Por contra, Mickelson sí supo esta vez ir de la mano con la presión generada por su etiqueta de número dos del mundo, algo que no suele conseguir en Ryder…
El medio punto que arrancaron Harrington y Karlsson también tiene mucho valor. Lo del irlandés es tremendo. Al nivel que tienen estos profesionales, es complicado jugar de un modo más pobre desde el tee… Harrington no cazaba una calle. Pero es que ni una. Sin embargo, este hombre siempre te va a dar algo, siempre anda enganchado al partido, al resultado, a la definición de los hoyos. No le aportó nada a Karlsson desde el tee, y sin embargo estuvo magistral desde los bunkers de green y con el putter. Embocó putts de enorme presión desde distancias muy delicadas y aún tuvo uno de cuatro metros en el 18 para ganar que tocó el hoyo.
Queda mucho por delante. La batalla de los primeros fourballs ya está desatada… Vamos Europa.
