Colin Montgomerie comparecía exultante en la sala de prensa. Un parcial de 5,5 por 0,5 en una sesión histórica pone en clara ventaja a Europa: “Me habría conformado con un empate a ocho, sin duda, incluso esta mañana. Sabía que los americanos saldrían fuerte. Era nuestro trabajo salir más fuerte que ellos…
En cuanto Lee Westwood metió su primer putt de 13 metros cuesta abajo en el 10, sabía que lo dicho en el vestuario había calado… En mi era, y llevo 20 años jugando la Ryder Cup, creo que este ha sido uno de los días más grandes en el golf europeo. Convertir un déficit de dos puntos en una ventaja de tres es espectacular”.
Montgomerie quiso hacer mención especial del empate obtenido por los hermanos Molinari: “Hay que mencionar a los Molinari, sin duda. Iban uno abajo en el último hoyo, y sabían que tenían que hacer un birdie como poco. Francesco apoyó muy bien a su hermano. Hacer lo que hicieron en el último hoyo, dos novatos, dos hermanos caminando por la calle del último hoyo con todo el mundo del golf de Europa viéndolos… Una actuación fantástica. El putt que metió Francesco… fabuloso. Y hay mucha diferencia de ir 9,5 – 6,5 a ir 9–7. Mucha diferencia”.
Aprovechando la euforia, Monty ponía alto el listón para mañana: “Nuestro objetivo es ganar la sesión de individuales de mañana, y si lo hacemos, ganaremos”.
Con respecto a los emparejamientos individuales, Montgomerie comentaba: “Tenemos tres puntos de ventaja. Y si ves los tres primeros nombres del equipo americano, son muy fuertes. Debemos contraatacar con nuestra propia fortaleza. Aunque en este equipo no hay puntos fuertes. Cualquiera puede ganar a cualquiera en este formato”.
Montgomerie también tuvo tiempo para recordar el excelente final de Miguel Ángel Jiménez en su partido: “Jiménez en el 16… un birdie fantástico cuesta abajo. Siempre le he tenido en muy buena consideración desde que yo jugaba y en los últimos 20 años del circuito. Es uno de los pocos jugadores del mundo que ha ganado tres veces este año, y le he puesto con Peter Hanson, un compañero muy fuerte”.
También comentó la presencia inesperada de José María Olazábal entre los partidos de la mañana: “Sí, José María Olazábal está aquí como Embajador de Nespresso Coffee (entre risas). Y pensamos que era un desaprovechamiento de su talento (más risas) y experiencia. Así que lo fichamos. Nos faltaba uno en el campo para seguir los seis partidos, porque sólo estábamos los cuatro vice capitanes y yo. Así que llamé a José porque es un buen amigo”.
En este sentido, el propio Olazábal señaló en Canal Plus Golf que "ha sido una sorpresa. Los cambios que se han producido por la lluvia han hecho que cuatro vicecapitanes no fueran suficientes. Algún partido podía quedarse colgado y pensaron en mi. Hablé con Nespresso para preguntar si podía eludir mis compromisos y me dieron vía libre". Sobre la experiencia, Chema aseguró que "me gustaría más estar sobre la hierba segada al ras jugando, pero de venir a ver la Ryder sin más, a poder vivirla desde dentro y metido en el ajo es mucho más bonito. No hay color. El equipo es muy sólido y está muy unido".
Corey Pavin compareció ante los medios con el convencimiento de que su equipo había hecho todo lo posible y mañana tocaba milagrete: “Es siempre difícil saber cómo van a salir los partidos de match play. Hay cambios de inercia y pasan cosas. Salimos esta mañana y las cosas se nos ponían bien. Hay que felicitar a Europa por haber aguantado el tirón, y le han dado la vuelta a algunos partidos que se estaban poniendo a nuestro favor. Hay que felicitar al equipo de Colin por su pelea y su corazón”.
Le recordaron las famosas palabras del capitán norteamericano Ben Crenshaw la noche anterior de la remontada de los individuales de la Ryder Cup de 1999, cuando aseguró ‘Sólo os voy a decir una cosa: tengo una buena corazonada’. Pavin señaló: “Ben es Ben y yo soy yo. Voy a poner a los jugadores en el orden que les dé las mayores posibilidades de ganar. Ellos tienen que jugar y rendir, y si lo hacen, creo que tenemos una oportunidad”.
